Crónica política de la semana en Córdoba

Muy y mucho andaluces

Andalucía abraza con furor el andalucismo con una gala institucional del 28F que volvió a celebrarse en Sevilla con esplendor y factura propia de Grammy Latinos

El PP convoca en Córdoba a sus ‘barones’ para diseñar la estrategia en el caso Koldo, que salpica al PSOE cordobés, y Hurtado exige los contratos de las FPP2 de Capitulares

El presidente andaluz, Juanma Moreno, en la gala por el Día de Andalucía.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, en la gala por el Día de Andalucía. / MANUEL MURILLO

Irina Marzo

Irina Marzo

No nos gusta que el 28F caiga en miércoles porque entonces hacen puente solo los maestros. A los demás, la festividad nos ha cortado el ritmo de la semana en los incentivos de productividad y los bonus por ventas. ¡Qué coraje, de verdad! Que nos perdonen nuestros patrones y los empecinados en caricaturizarnos echándonos la siesta, los andaluces queríamos laborar --no se enteran-- incluso el Día de Andalucía

La gala institucional del 28F volvió a celebrarse en Sevilla con esplendor y factura propia de Grammy Latinos, que para eso la capital hispalense y San Telmo tienen ya experiencia. Los cordobeses premiados --Santiago Muñoz Machado, la revista Ánfora Nova y, en lo que nos toca, la cooperativa Dcoop-- brillaron con luz propia en el universo del Teatro de la Maestranza, que se movió a ritmo de una marcha procesional, la soleá de José Mercé, el himno a la Libertad de Jarcha y la voz entrecortada por la emoción de Pablo Alborán cantando por Blas Infante. Pura Andalusian Crush. A este ritmo de furor regional y resignificación de lo kitch, donde hemos abrazado el andalucismo hasta hacerle pupa, pronto haremos nuestra la frase de Mariano Rajoy en aquellas elecciones del 2015: «Andalucía es una gran nación y los andaluces muy andaluces y mucho andaluces». 

El presidente, Juanma Moreno, azuzó pero con suavidad el avispero de la amnistía para reivindicar «igualdad entre españoles, sin privilegios para nadie» y reclamar el fin del «agravio» de la financiación autonómica. «Son 1.400 milloncitos de nada», le dijo el presidente a la ministra María Jesús Montero, justo después de observar que venía «muy roja». «Eso lo dices para que te escuchen los periodistas... postureo», le replicó la vicesecretaria general del PSOE, a quienes muchos de sus compañeros la querrían aquí en vez de en Madrid. 

El presidente del Parlamento andaluz, el cordobés Jesús Aguirre, también pidió en su discurso solucionar el agravio de la financiación, porque «los andaluces no somos españoles de segunda», recordó, pero no convenció al socialista Juan Espadas al que sus palabras le sonaron a «chascarrillos». Del 28F, solo se apeó Vox porque pide el fin de la autonomía que el año próximo cumplirá 45 años. Ellos se pierden el cumple.   

En Córdoba, aunque parezca ironía, el asunto de las mascarillas lo ha zarandeado Hurtado

En Córdoba, aunque parezca ironía, el asunto de las mascarillas lo ha zarandeado el socialista Antonio Hurtado, que ha pedido al alcalde Bellido todos los contratos que el Ayuntamiento cerró en la pandemia para la compra de FPP2. ¿Quién dijo miedo? Lejos de amilanarse con la que le está cayendo al PSOE por este asunto, el portavoz ha aprovechado el caso Koldo, que de momento ha sacado a empujones de Ferraz al exministro José Luis Ábalos, para exigir en Capitulares el expediente completo que en parte ya fiscalizó sin encontrar irregularidades contables el Tribunal de Cuentas. El alcalde llamó «infantil» a Hurtado por tratar de «extender la mancha de la sospecha» a Córdoba y dijo que aquí lo hicimos bien y hasta compramos más baratas las mascarillas, y el socialista le respondió recordándole que las compras de Koldo también pasaron por el Tribunal de Cuentas «sin observaciones», sin que eso signifique que «se puedan haber cometido irregularidades punitivas en la contratación». Lo dice Hurtado, no yo.  

Precisamente a cuenta de este asunto, Alberto Núñez Feijóo ha convocado a sus barones a un aquelarre del 8 al 10 de marzo en Córdoba, donde quieren preparar su estrategia en el caso mascarillas, que se prevé de largometraje, y de paso pasar el finde en la ciudad califal. Ha sido muy lúcido Feijóo al convocar aquí la cita, porque el PSOE de Córdoba también se ha visto salpicado en el caso Koldo con la supuesta implicación en la trama de mordidas Cristian Corvillo, un conocido y polémico militante de la agrupación de Peñarroya-Pueblonuevo.

Como todos los caminos conducen a Roma, no es esta la única conexión de Córdoba con el caso de las mascarillas, ya que por aquí pasó de refilón en 2011 para intentar comprar el Córdoba CF Víctor de Aldama, el comisionista del Ministerio de Transporte que ahora está siendo investigado junto al asesor de Ábalos. 

Hablando del Córdoba CF, aplaudir, cómo no, que los señores jeques de Baréin vean con buenos ojos el pliego para regularizar la cesión del estadio municipal que lleva 30 años de nada con menos papeles que una liebre. Total, por 109.959 euros anuales, alquilan un inmueble de 33,5 millones. 

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