Ante la Ciudad de la Justicia

Stop Desahucios se moviliza contra el desahucio de dos familias de Córdoba

Juan Antonio y Rosa, dos afectados por un proceso de desalojo, han recibido el apoyo de la plataforma tras la sesión de un juicio que, finalmente, se ha aplazado

Movilización de la plataforma 15M Stop Desahucios, a las puertas de la Ciudad de la Justicia.

Movilización de la plataforma 15M Stop Desahucios, a las puertas de la Ciudad de la Justicia. / Córdoba

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

"Tuve que quitar el porterillo de mi casa porque sonaba y me daba un ataque de pánico", cuenta, entre sollozos, Rosa a las puertas de la Ciudad de la Justicia. Cerca de una veintena de personas, algunas desconocidas, la han arropado este martes a ella y a su exmarido, Juan Antonio, como durante tantos años lo han hecho familiares, en una movilización de la plataforma 15M Stop Desahucios contra el desalojo de estas dos familias.

Porque son dos las viviendas que reclaman a estos cordobeses. En una de ellas reside Rosa y su hijo. En otra, los padres de su exmarido. Más que una protesta -que también- el acto ha sido un gesto de aliento. Durante la mañana, estaban citados en un juicio que, finalmente, se ha aplazado por la ausencia de una de las partes, según ha contado los propios afectados a Diario CÓRDOBA.

En busca de un acuerdo

De alguna forma, supone una prórroga para una situación en la que no dejan de ser optimistas. "No pinta mal, porque los papeles no se han entregado", cuenta Rosa, haciendo referencia a la documentación relativa a unos supuestos pagos que realizaron a una entidad bancaria con la que se endeudaron y que les concedió una rehipoteca que los ha sumido en un drama económico durante años.

Ambos reconocen que tomaron la decisión "mal asesorados", pero, como ha tratado de reiterar la plataforma, lo que está "en juego" es que "un fondo buitre quiere echar a personas mayores de su vivienda". Por eso, 15M Stop Desahucios asegura que hará lo posible por pactar un acuerdo que favorezca el derecho a la vivienda de los afectados en este proceso. De momento, han querido dejar claro que "los primeros movimientos no son aceptables".

Un sueño truncado y una deuda "desbordante"

El origen del drama de estas familias se remonta muchos años atrás. En pareja, como cuentan, montaron una empresa de construcción con tres socios. Un sueño que, a los tres años, se convirtió en una pesadilla. "La vida nos dio un vuelco", dice Rosa al explicar que un socio les robó. "Nos dejó con una mano atrás y otra delante", lamenta. Eso, en número, eran 240.000 euros de deuda. Una situación "desbordante". Fue, entonces, cuando acudieron al banco.

Con el crédito solicitado, tiraron hacia adelante. Sin embargo, ambos se quedaron parados y explotó la crisis del ladrillo. Tras perder las pocas ayudas económicas que les quedaban, relatan, tuvieron que acudir a los familiares y a la solidaridad de entidades sin ánimo de lucro.

"No estáis solos, no estáis solos", han gritado al unísono los voluntarios agrupados ante la Ciudad de la Justicia este martes. Juan Antonio y Rosa no han podido contener las lágrimas. Y, agradecidos, se han fundido en abrazos con algunos de los presentes. Su lucha sigue.