colectivos vulnerables

Contagios a raya en la calle

El colectivo de personas sin hogar, otro de los más vulnerables, presenta un índice de afectación similar al de un año normal pese a que las casas de acogida están llenas y muchos duermen al raso

Atención a las personas sin hogar en Adeat, donde han las mascarillas.

Atención a las personas sin hogar en Adeat, donde han las mascarillas. / Manuel Murillo

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Dormir en la calle en pleno invierno nunca será la mejor manera de protegerse contra los virus respiratorios. Después de la pandemia, que el colectivo de personas sin hogar superó con un índice de contagios más bajo del que cabría esperar, Córdoba sufre una nueva oleada de gripe y covid que, de momento, no está teniendo especial impacto en esta población. La concejala de Servicios Sociales, Eva Contador, explicó que ni la unidad de calle ni la casa de acogida municipal han notado que haya más personas resfriadas que otros años ni tampoco un contagio especialmente significativo. La misma impresión tiene el director de la casa de acogida Madre del Redentor de Cáritas, José Luis Rodríguez, que asegura que no han sido necesarias medidas especiales de prevención en este momento y que las personas que tienen problemas de salud se han vacunado en su centro de referencia. Tampoco han detectado un aumento del número de personas con síntomas respiratorios y los resfriados que ha habido «no han presentado gravedad alguna».

En todo caso, añade, hay previstas medidas de precaución con las personas consideran de riesgo o han estado enfermas, a las que se les facilita que permanezcan en las plazas de ola de frío, estando siempre en coordinación con el centro de salud correspondiente. En la fundación Prolibertas, el pico de gripe se ha notado sobre todo en el personal, que sigue trabajando con voz nasal y pañuelo en mano, y también en algunos usuarios. Como medida de prevención, han puesto a disposición de unos y otros mascarillas y, según Eduardo García, director del comedor, «vemos que hay preocupación ante posibles contagios porque muchos nos las piden cuando vienen a nuestras instalaciones».

Tener donde descansar y comer caliente también es protegerse contra los virus.

Tener donde descansar y comer caliente también es protegerse contra los virus. / Manuel Murillo

En el centro de Adeat, reciben a diario a personas sin hogar, que tienen a su disposición una comida y un espacio caliente donde pasar gran parte del día, además de ropero, ducha, lavadora y secadora. En estos días, según la directora, Marta Fernández, están llegando más personas con síntomas de resfriado, así que el personal, que tampoco se libra de los virus, ha recuperado las mascarillas y también se les ofrecen a todos los usuarios. «El aumento de los casos de tos y mocos empezó hace un par de semanas, sobre todo, entre los que están en situación de calle, por el frío», explica.

Un seguimiento diario

La enfermera del centro realiza el seguimiento diario de los usuarios, por si necesitan alguna medicación, y notifica a la casa de acogida municipal si hay alguien con un cuadro más grave para que les avisen en cuanto haya una plaza libre. Este año, no les consta que haya habido ningún ingreso hospitalario por gripe o covid. «La mayoría no acude al médico», comenta Marta, que afirma que a diario reciben a unas 70 personas en el comedor y alrededor de 80 pasan con ellos gran parte del día. La falta de relaciones sociales de este colectivo y el hecho de permanecer gran parte del tiempo en la calle mantuvo en la pandemia a la mayoría lejos del virus, no así de los resfriados y enfriamientos, como ahora. Conscientes de los efectos para la salud que tiene dormir en la calle y de la falta de plazas existente, Adeat trabaja en un proyecto para intentar que el centro pueda recibir usuarios para dormir. De momento, las instalaciones cierran a las 19.30 horas.

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