Fotografías para recuperar la memoria de los enterrados en las fosas comunes de Córdoba

Las fotografías de 57 de las 2.336 personas que se supone que están enterradas en las dos fosas comunes del cementerio de la Salud de Córdoba, colocadas en las vallas que acotan la primera de las excavaciones para la exhumación de sus cuerpos, tratan de recuperar desde este domingo la memoria de estas "víctimas desaparecidas" en la represión franquista.

La Plataforma Comisión de la Verdad de Córdoba quiere así simbolizar la reclamación de dignidad y justicia para los represaliados que aún quedan en las fosas comunes en dos cementerios, un total de 3.152 personas al unir los 816 que se cree que hay en la de San Rafael.

La portavoz de la plataforma, Carmen Sánchez, ha justificado a los periodistas esta acción desde la perspectiva de que la imagen "era signo para los fascistas de que todavía seguían existiendo" y, al mismo tiempo, "para las familias era lo único que tenían de esas personas, era como su bien más preciado, tenerla en su pecho, en su mesita de noche".

Por eso, "es un símbolo hoy en día de que, ya que están ahí sus huesos, por lo menos que tengamos sus caras, que se haga algo de dignidad y que se haga algo de justicia", ha explicado Carmen Sánchez.

Cumplir una promesa

"Hay quien dice que no me va a hacer nada, pero yo me voy a ir con la tranquilidad de haber cumplido una promesa", ha manifestado José López Tejero, la primera de las personas que se levantan para coger la palabra tras la lectura del comunicado de la Plataforma Comisión de la Verdad de Córdoba, que aglutina a la mayor parte del movimiento memorialista del conjunto de la provincia de Córdoba.

La promesa la adquirió con su padre. "Hoy me encuentro aquí haciéndole memoria a una cosita que me pidió mi padre: 'Hijo averigua dónde está mi padre y mi hermano'", expuso al centenar de personas que han acudido al acto que se ha hecho coincidir con el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de Naciones Unidas.

El domingo próximo se repetirá en el cementerio de San Rafael, para hacer visible en la fosa de aquel recinto también las imágenes de quienes están en proceso de exhumación.

José López ya sabe que en la Salud está su abuelo, que falleció en la cárcel diagnosticado de anemia. "Murió el pobre sin ser juzgado ni nada, solamente porque era padre de comunistas del pueblo de Posadas", lamentó.

En el otro cementerio, el de San Rafael, está su tío. Abuelo y tío fallecieron en 1941. Ese año también "murió mi abuela, pero murió de pena", ha señalado.

"Que no se acabe esto nunca, que se saquen las cosas por su sitio, se ponga en su lugar. Y que por lo menos que reconozcan que los que están enterados aquí lucharon por un gobierno democrático, no un gobierno impugnado por un golpista", sentenció.

Antes, María del Mar, una de las integrantes de la plataforma, había dado lectura un relato de Rafael Espino, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Arehemisa), el único texto que acompaña a las 57 fotografías.

En él, se expresa que "estas fotografías se han convertido en el símbolo por excelencia de la pérdida sufrida por miles de familias de esta y otras ciudades y pueblos de España", al mismo tiempo que representa "la lucha persistente que cada vez reclama más y más memoria".

Ejecución de los trabajos

Las exhumaciones, cuyos trabajos comenzaron a finales de octubre pasado, se llevan a cabo mediante un acuerdo entre el Ayuntamiento de Córdoba, la Diputación, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, que aportan 1,6 millones a partes iguales.

La Plataforma Comisión de la Verdad de Córdoba no cree suficiente estos trabajos y reclama la creación de una oficina de víctimas "que sea de nexo entre el Ayuntamiento, el equipo técnico (que lleva a cabo las exhumaciones) y, por otro lado, también los familiares y las asociaciones memorialistas".

Así lo ha señalado Carmen Sánchez, para quien llegará el día, "que es lo que hemos dicho siempre, que es lo que está pasando que, aunque se exhume y se saquen los restos y las pruebas de ADN, no va a no va a haber nadie con quién compararlas ni ninguna persona que reclame a estas personas exhumadas".