Las rebajas ya no son lo que eran

Las rebajas ya no son lo que eran. Esa es una máxima que comparten tanto los clientes como los comerciantes. Y de ello dan fe algunos detalles que no pasan desapercibidos a nadie.

El primero de ellos es que el primer día de la apertura oficial del periodo de rebajas ya no se ven las aglomeraciones de público que eran tradicionales años atrás. La segunda, consecuencia de la anterior, es que no se ven por las calles comerciales de la ciudad a los compradores tan atiborrados de bolsas de los distintos negocios como antes. 

Por eso, cuando acaba el periodo tradicional de rebajas y se pide un balance a los comerciantes, en los últimos años suelen señalar que la cosa no ha funcionado. Así, el presidente de la Federación Cordobesa de Comercio, Comercio Córdoba, Rafael Bados, considera que este año el periodo de rebajas de verano «no ha ido bien» y añade que «en los tres últimos años el volumen de venta ha sido menor». Y aquí entra la primera causa citada, pues, a juicio de Bados, estos malos resultados son consecuencia de la liberalización de los periodos de rebajas, algo que aprobó el Gobierno en el año 2012.

No es la primera vez que el representante de los comerciantes cordobeses insiste en esta materia, puesto que asegura que para los negocios pequeños es muy difícil mantener el pulso en un mercado en el que proliferan durante todo el año campañas promocionales, descuentos, días o semanas especiales y un sinfín de fórmulas nuevas que suelen poner en marcha, sobre todo las grandes cadenas. «Esa situación ha hecho desaparecer entre los clientes el efecto que tenía la temporada de rebajas, porque ya no sabe realmente cuándo le interesa o no hacer las compras».

Un efecto llamada de 15 días

De este modo, continúa explicando Rafael Bados que el citado efecto llamada o de incremento de ventas «apenas dura los 15 primeros días», pero matiza que nunca al nivel de lo que históricamente era, pues recuerda que antes de la liberalización de los periodos de rebajas, estas temporadas, además de suponer para los ciudadanos una oportunidad para adquirir productos a mejor precio, para los comerciantes suponía el mayor empujón económico de todo el año a sus negocios. Estas nuevas tendencias están haciendo que casi un 40% del comercio de cercanía adelante también sus rebajas, para intentar ser más competitivo, indica el presidente de Comercio Córdoba, por lo que es muy difícil hacer una estimación real del comportamiento del mercado. 

Pero esa liberalización de fechas no es el único motivo de la bajada de impacto de las rebajas. Hay otros factores que también han abierto una brecha importante en esta materia, como es la compra online. Con ella, el cliente, además de no tener que salir de casa para formalizar su compra, se encuentra con que los precios, en muchos casos, son bastante más asequibles que los que habitualmente se cuelgan en las tiendas.

Y aquí, de nuevo, las grandes cadenas son las que se vuelven a llevar la palma, puesto que son las únicas que pueden mantener una estructura de distribución y reparto competitivas. Hasta tal punto la línea de ventas online es una actividad pujante, que todas esas mismas grandes compañías tienen en sus tiendas físicas un espacio destinado a la recogida de los pedidos que los clientes hacen desde casa o desde la propia tienda. 

Para colmo, este año se ha unido un factor que también ha reprimido las ganas de salir de compras de los cordobeses, como han sido las distintas olas de calor que ha sufrido la provincia.

El grado de la caída de la actividad en el periodo de rebajas de verano es tan acusado que la organización que representa al sector en la provincia ya no hace balance de su desarrollo. Según ha señalado a Diario CÓRDOBA Rafael Bados, «antes hacíamos un estudio del volumen de ventas de las rebajas, pero lo hemos dejado de hacer» y sentencia que el de las rebajas «es un formato venido a menos» y «solo beneficia a las grandes cadenas».

Por todo ello, el portavoz empresarial reclama un mayor control sobre las actuales prácticas de descuentos y promociones e insiste en la reivindicación del pequeño comercio, que exige que se vuelva al formato tradicional porque «aportaría mayor equilibrio» al sector, algo que, según Bados, «es también reivindicado por los propios consumidores». 

Por el momento, y una vez cerrado este tradicional periodo de rebajas y concluidas las vacaciones para la mayoría de las familias, se pone en marcha la ya denominada "cuesta de septiembre", en la que la vuelta al cole se convierte en la principal vía de consumo de los ciudadanos. 

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