CAMBIO CLIMÁTICO

Los veranos en Córdoba serán dos grados más calurosos en las tres próximas décadas

Los picos extremos se encaminan a superar, incluso, los 51 grados en la provincia

La temperatura seguirá al alza y a final de siglo las máximas subirán de media 6ºC

Una chica fotografía un termómetro que marca 48 grados en el centro de Córdoba.

Una chica fotografía un termómetro que marca 48 grados en el centro de Córdoba. / Manuel Murillo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Córdoba, que no es ajena al cambio climático, sino todo lo contrario, se encamina a vivir veranos cada vez más calurosos. Apenas en dos décadas, el periodo estival en la provincia experimentará temperaturas máximas medias superiores en dos grados y de un grado en el caso de las mínimas. Sin tener en cuenta, claro, las anomalías térmicas y los picos extremos. Así, como puede observarse en el visor de escenarios de cambio climático del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, si este año las máximas medias rondan los 33 grados, en 2040 superarán los 34; en 2050 se acercarán a los 35 grados; y, finalmente, en 2060, se alcanzarán esas cifras. Claro que los termómetros podrían tender al alza, o a la baja, puesto que estos datos se tratan de una media. En el peor de los casos, 2030 dejaría una media de 39 grados entre mayo y el mes de septiembre, en cuanto a las máximas.

Hacia el final del siglo, el cambio climático aceleraría el ritmo y Córdoba llegaría a experimentar un clima con temperaturas máximas seis grados -en el escenario más pesimista- más elevadas que en la actualidad. De esta forma, los termómetros se colocarían en 39,7 grados de media, aunque el techo puede llegar a 41,4 ºC. Sin hablar, hasta el momento, de las catalogadas como extremas.

Hacia los 51 grados

Actualmente, la temperatura máxima extrema en Córdoba se sitúa en una media de 40,6 grados, ampliada a 43,4 grados en algunas observaciones. Pues bien, de cara a 2030, aunque se prevé que aumenten, apenas lo harán significativamente. Será en 2040 cuando se empiece a observar un incremento de más de un grado de media. Un aumento que se duplicaría en las próximas dos décadas, rozando los 43 grados en 2060 (en el peor caso, serían cerca de 48 ºC).

Un termómetro marca 45 grados bajo la torre de la Malmuerta, en Córdoba.

Un termómetro marca 45 grados bajo la torre de la Malmuerta, en Córdoba. / A.J. González

Ya hacia el final del siglo XXI, esa inercia se mantendrá hasta alcanzar una media de casi 46 grados de temperaturas máximas extremas. Sin embargo, como puede apreciarse en los análisis mencionados, ese rango puede ampliarse hasta superar los 51 grados en la época estival.

Las mínimas también suben

Tan preocupante es el incremento de las máximas como de las mínimas en el escenario del cambio climático. Y, en este caso, las temperaturas más bajas en verano, en Córdoba, también aumentarán. Lo harán a un ritmo parecido, aunque menor. Si ahora se sitúan en los 18,4 grados de media, en 2030 superarán los 19 grados y, a mitad de siglo, llegarán a los 20.

Eso supone, para entonces, un incremento de un grado y medio, que será de dos grados hacia la década de 2060. Así, Córdoba se verá inmersa en un proceso de calentamiento que situaría las temperaturas mínimas registradas en la provincia, de media, en los casi 23 grados entre mediados de mayo y mediados de septiembre de cara al final del presente siglo. Ese rango, sin embargo, puede variar entre los 19 y los 26,5 grados.

Calor en Córdoba.

Calor en Córdoba. / Salas / Efe

Aunque proyecciones como la mencionada sean útiles para atender a posibles escenarios futuros, no hay que irse muy lejos para apreciar el impacto del cambio climático. La NASA ya informó recientemente de que la humanidad había vivido su julio más cálido desde que se tienen registros, y avisó de que 2024 dejará más calor que este año.

Factor de riesgo

De sobra es conocido el perjudicial impacto que tiene el cambio climático en la salud y en el medio ambiente. La sequía tan preocupante que afecta a Córdoba es una de las secuelas. Y esta, en conjunción con temperaturas cada vez más elevadas, hace que surjan otros problemas, como el riesgo de incendio en la provincia. Córdoba permaneció durante la última ola de calor, a mediados de agosto, varios días en riesgo extremo de incendio.

No se descarta que todavía llegue alguna ola de calor más en lo que queda de mes. Este verano, la temperatura más elevada se registró el día 11 de este mes, cuando se rozaron los 45 grados. Aunque cabe recordar que el récord de temperaturas de España lo ostenta La Rambla, después de que el 14 de agosto la estación meteorológica situada en la localidad marcara 47,6 grados.

Las claves: temperaturas en aumento

1) Temperaturas en aumento

La media de las temperaturas máximas y mínimas en Córdoba está en aumento debido al cambio climático. Eso hace que, cada vez, la provincia se exponga a un clima más calurosa, situando la orquilla de los termómetros en parámetros más altos durante el verano. En unas décadas, la media de las máximas y las mínimas aumentarán en torno a los dos grados.

2) Hacia escenarios cada vez más extremos

No solo suben las medias de las máximas y las mínimas, también lo hace la media de temperaturas extremas en la provincia. Eso hace que Córdoba se encamine hacia escenarios de mayor gravedad climática y, con mayor probabilidad, los termómetros registrarán picos de temperaturas. Picos que, a finales de siglo, podrían llegar a superar los 51 grados, cifras nunca vistas.

3) Mayor exposición a un factor de riesgo

Las temperaturas elevadas suponen un factor de riesgo evidente para la salud y para el medio ambiente. En un escenario de cambio climático complejo, Córdoba se expone cada vez más a ese riesgo, que, por ejemplo, se refleja en la alerta de incendio en la que la provincia ha permanecido durante la última ola de calor, debido a esas altas temperaturas prolongadas durante días.

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Que los días en Córdoba, durante el verano, son asfixiantes no resulta ninguna novedad. Pero las noches, de las que se podría esperar un descanso del calor, cada vez resultan más cálidas. Y con mayor frecuencia se darán en un futuro las típicas noches sin dormir. Según las proyecciones de la Plataforma sobre Adaptación al Cambio Climático, el número de noches calurosas en Córdoba está aumentando. Actualmente, se sitúan en una media de 20, pero ya en 2030 se elevará esa cifra a casi 28. En 2060 serán el doble y, a finales del siglo, el triple, llegando a superar las 60 de media. 

Por otra parte, las olas de calor se harán, a medida que pasa el tiempo, más extensas, pasando de los casi ocho día de media actuales a los cerca de 11 en 2040, las dos semanas de ola de calor en 2060 o casi el mes en la recta final del siglo, lo que supondría que, en algo más de 30 años se duplique el número de días que dura una ola de calor y que, al cierre del siglo XXI, se multiplique por más de cuatro. 

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