ENTREVISTA | Manuel Fragero Presidente de Aehcor

«Hay quien viene a Córdoba y no sabe qué son los patios, falla la promoción»

«Estamos viendo un efecto champán en el turismo nacional, viajar ha pasado a ser una prioridad», afirma

Manuel Fragero, presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor).

Manuel Fragero, presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor). / MANUEL MURILLO

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Manuel Fragero (Córdoba, 1986) es ingeniero agrónomo por la Universidad de Córdoba, pero hace más de diez años que trabaja en el negocio familiar, la gestión hotelera. «Mi madre me pidió que le echara una mano y aún no se ha inventado la forma de decir que no a una madre», confiesa. Ahora gestiona junto con su hermano Apartasuites Alberca y hotel Marisa. Desde noviembre de 2022, ha vuelto a asumir la presidencia de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), un puesto desde el que, sin dejar de señalar las cosas que no funcionan, intenta fomentar la unión del sector y la coordinación con las administraciones, convencido de que «la única forma de avanzar es que todos rememos en la misma dirección».

Estamos en plena temporada alta del turismo en Córdoba. ¿Qué expectativas hay para este año 2023, una vez superada por completo la pandemia?

El pistoletazo de salida de la campaña ya lo hemos visto en la Semana Santa, que ha sido tardía este año, en abril, y eso ha contribuido a que al final hayamos alcanzado un 80% de ocupación. El inicio ha sido bueno, pero no podemos olvidar la sombra de la subida de los costes, que siguen disparados por el aumento de los precios que hemos vivido en los hoteles y en las casas todo el mundo, a lo que se suma la subida del convenio de los trabajadores. Nosotros, por ejemplo, tenemos 22 empleados y eso se nota al final de cada mes. Y a eso hay que añadir el incremento que estamos viendo de la oferta de alojamiento en Córdoba, donde hay más plazas hoteleras, más apartamentos y más viviendas turísticas, por lo que no podemos dejar de repetir que necesitamos más promoción.

¿El aumento de los costes no se ha compensado por la subida de los precios de los alojamientos que han aplicado?

Los costes ha subido un 33% y nosotros no hemos subido los precios en esa proporción porque estaríamos fuera del mercado. Hemos aumentado de media calculo que un 5%, a mucha distancia de la subida que se ha registrado en los suministros y en el resto de productos que requiere un hotel, que son muy parecidos a los que se necesitan en cualquier casa.

Vuestra queja por la falta de promoción es algo que se viene repitiendo desde hace años. ¿No notáis ninguna mejora?

No, sigue todo por hacer. La promoción está por diseñar, es un cuadro en blanco. Hay que definir cómo quiere venderse Córdoba. No hay un plan de marketing, ni una ordenación de la oferta cultural de la ciudad cuando tenemos al lado una de las ciudades más importantes de Andalucía como es Málaga, con 40 millones de visitantes frente a los 2 que recibe Córdoba porque vienen a ver la Mezquita. Tenemos que ir de la mano o al menos estar muy pendientes de lo que hacen ellos porque son el principal destino de la comunidad y el segundo es Sevilla, a 140 kilómetros. Estamos rodeados de los mejores y hay que tomar ejemplo de lo que ellos hacen bien. El problema de Córdoba es la falta de coordinación. El Ayuntamiento tiene departamentos implicados en la promoción como turismo, cultura, ferias y festejos y cada uno va por su lado. Nosotros creemos que hay que agruparlo todo como se está haciendo en Sevilla a través de la Sevilla City Office, que es la base de datos y el eje del que salen las ramificaciones a los distintos departamentos, pero de una forma coordinada. Posicionar un destino no es algo que se consiga apretando un botón, es un trabajo de largo recorrido, por eso hay que empezar a hacerlo cuanto antes.

«Los turistas chinos que pasaban largas temporadas en febrero en Córdoba aún no han vuelto»

Otra de las reivindicaciones históricas ha sido la desestacionalización de la oferta cultural y turística. En los últimos años, hemos visto surgir nuevas citas y crecer el calendario con eventos como Flora o los Patios en Navidad, tenemos un otoño cargado con Cosmopoética y Eutopía y hay más oferta nocturna con las visitas a la Mezquita, el Alcázar y Medina Azahara... ¿Estáis satisfechos?

Sí, pero sigue habiendo defectos como el hecho de que la provincia vive de espaldas a la ciudad y la ciudad, de espaldas a la provincia. Hay multitud de patrimonio, de riqueza medioambiental, de eventos muy importantes en los pueblos que no se conocen aquí. Ahí hace falta igualmente mucha coordinación y empresas privadas organizadoras de destino, que tienen que empezar a existir ya en Córdoba. Echo en falta también más oferta de ocio nocturno, algún evento consolidado como el espectáculo del Alcázar, que, en mi opinión, no debería haberse suspendido en ningún momento sino darle continuidad y el mayor impulso posible para ofrecerlo como reclamo. Otra cuestión que no entendemos es que en plena temporada haya una convocatoria de huelga en los museos y que no se actúe rápidamente para solucionarlo. Eso nos ha afectado en Semana Santa porque no todo el mundo viene a ver procesiones. Del turismo, no solo vivimos hoteles y restaurantes, viven los proveedores, los gestores de espectáculos, el comercio, los guías turísticos... Por eso, tiene que haber un ente que controle que todo lo que tiene que ver con este sector, que genera muchos empleos, funcione perfectamente.

Durante años, toda la oferta cultural de Córdoba se recogía en la web Andalocio, que gestionaba una empresa privada y que ya no está operativa. ¿Qué referentes tienen ahora para informar a sus clientes de lo que pasa en Córdoba?

En las recepciones de cada hotel, hacemos una búsqueda proactiva por todos los canales que están a nuestro alcance, desde los periódicos a las páginas de cultura y turismo, folletos que nos traen... En nuestra opinión, el Ayuntamiento debería sacar un pliego y contratar a una empresa que se encargue de agrupar toda esa oferta que existe en Córdoba y provincia, pública y privada, y difundirla. La prueba de que falla la promoción es que hay gente que visita Córdoba y que no sabe lo que son los patios, hasta que nosotros se lo contamos. Los hoteles necesitamos la información de todo lo que ocurre en la ciudad para poder sacar las plazas a la venta, por eso hay que organizar las cosas con tiempo y darlas a conocer cuanto más mejor. Ahora, por ejemplo, en plena temporada, ya estamos vendiendo las plazas hoteleras del 2024 y necesitamos saber al menos las citas claves con antelación.

«Los costes de los hoteles han subido un 33% y nosotros hemos aumentado un 5% los precios»

¿El turismo internacional se ha recuperado ya por completo?

La mayor parte del turismo internacional ha vuelto a viajar ya, pero no todo. El turista asiático, sobre los de nacionalidad china, a quienes les gusta mucho Córdoba, todavía está por venir. Muchos chinos se quedaban aquí largas temporadas en febrero, cuando se celebra el año nuevo chino, que aquí es temporada baja y para ellos era una época fantástica. Ese turismo aún no está viajando como antes.

Sin embargo, febrero no fue un mes del todo malo, ¿no?

No ha estado mal este año porque ha cogido parte del turismo nacional. Estamos viviendo un efecto champán porque viajar ha pasado a ser una prioridad para los españoles después de la pandemia y hay productos para todo tipo de bolsillos. Está pasando como en Reino Unido, donde las familias reservan un presupuesto para las vacaciones y eso no se toca. Este año la gente va a viajar, aunque tenga que recortar las estancias porque la economía está mal. Vemos que después de haber estado encerrados, todo el mundo tiene necesidad de moverse, de conocer y disfrutar de la vida, en definitiva.

¿Han notado el efecto de la puesta en marcha de los trenes Iryo?

Todavía es pronto para valorar, pero claro que lo vamos a notar porque hay más frecuencias y eso supone más personas que llegan a la ciudad, igual que notaremos el impacto si llegan a establecer vuelos al aeropuerto de Córdoba o los congresos que se van a poder organizar en el nuevo CEFC y en el Palacio de Congresos cuando acaben las obras. Hay que recuperar las ferias tan señeras que teníamos, eso sería fundamental para el desarrollo económico de la provincia, porque aquí tenemos gente muy buena en muchos sectores. Lo que tenemos que hacer es poner el foco y que la gente nos conozca.

El turista que elige Córdoba como destino vacacional, ¿qué viene buscando?

El turismo es un sector tractor de la economía, mueve muchas economías paralelas y hay que ofrecer a quien nos visita una buena gastronomía, buenas compras, experiencias únicas y dejarlos con ganas de más porque eso hace que comente con los amigos lo bien que se lo ha pasado, lo que ha visto, que lo publique en redes... Un turista satisfecho es el mejor prescriptor que pueda tener una ciudad. Lo bueno de Córdoba es que contamos con un producto que es una maravilla, pero tenemos también mucho que pulir.

¿Cómo es el turista de la postpandemia?

En general, son viajeros muy conocedores del destino y por eso son muy exigentes, valoran que las cosas estén bien hechas. Por poner un ejemplo, esta Semana Santa hemos visto el malestar de los turistas que no podían acceder al casco histórico y la falta de información clara sobre cómo llegar a los sitios, no teníamos información ni los vecinos. En el entorno de la Mezquita (el hotel Marisa está en la calle Cardenal Herreros, justo en frente), cortaban el acceso a las 16.30 horas y no podía entrar nadie. Eso es algo que tiene que saber quien viene de fuera porque te tienes que organizar y para eso hay que hacer mucha difusión por todos los canales posibles. Nosotros hemos tenido que avisar a los clientes, pero es un trabajo que hacemos sin información cien por cien fidedigna.

¿Los hoteles de Córdoba se están modernizando para adaptarse a esa mayor exigencia?

En este momento, muchos hoteles de Córdoba están haciendo uso de las ayudas públicas que han salido para modernizar sus instalaciones, desde el kit digital que permite mejorar las conexiones de red, los sistemas de gestión, el wifi que necesitan los clientes... a las ayudas para temas de cambio de ventanas, aires acondicionados, eficiencia energética, cambio de calderas e instalaciones eléctricas. Es el momento de hacer esas inversiones porque después de la pandemia, los hoteles tienen un activo que son los ICO, que nos han permitido sobrevivir junto con los ERTE. Sin esas dos herramientas, habrían cerrado muchos más hoteles de los que lo han hecho.

«Un turista satisfecho es el mejor prescriptor que pueda tener una ciudad»

¿Cuál es el evento que más llena los hoteles de Córdoba?

Hay dos fechas claves que son el festival de las Cruces y el primer fin de semana de Feria. Luego hay productos muy buenos como los Patios, Flora o el Festival de la Guitarra, que, pese a celebrarse en una fecha mala, ayuda a atraer turistas a la ciudad. La pena es que no se conoce lo suficiente. También estaría bien que fuéramos capaces de arreglar el palacio de Maximiliano Hercúleo y crear un espacio para representaciones teatrales. Tendríamos un punto como el que tiene Toledo, por ejemplo. Deberíamos replicar las cosas que funcionan en otros lugares.

Antes del covid, las viviendas de uso turístico se veían desde el sector hotelero como una amenaza. ¿Ha cambiado esa percepción?

El problema es que se ha perdido la oportunidad de regular la actividad. Cuando nació la norma en 2016, se debió dar más fuerza a los ayuntamientos para que ordenaran los barrios. Vemos cómo las asociaciones de vecinos se posicionan en contra de las viviendas turísticas porque muchas están cambiando los usos del barrio, pero también vemos que hay zonas que han podido resurgir porque se están reformando pisos y los turistas que llegan ayudan al comercio de cercanía. Al final, la Gerencia de Urbanismo tendrá que actuar. Nosotros creemos que el uso de esas viviendas no es residencial, por lo que se debería considerar una actividad turística, y obligar a quien lo gestione a pagar el autónomo y a tener a sus empleados de alta en la Seguridad Social para que esto no sea un nicho de economía sumergida.

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