INTERVENCIONES EN LA MESA DE REDACCIÓN DE EMACSA Y DIARIO CÓRDOBA

Rafael Marín: «Al agua residual tiene que ir pipí, popó y papel higiénico»

Jefe de Control de Calidad de Emacsa, explica que "el 40% de las toallitas que nos encontramos en ríos, saneamientos y aguas residuales son de bebés"

Rafael Marín.

Rafael Marín. / Francisco González

Pilar Cobos

Pilar Cobos

El jefe de Control de Calidad de Emacsa, Rafael Marín, es también coordinador del grupo de trabajo de Inspección de vertidos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), y al ser preguntado sobre el problema generado por el desecho de toallitas a través del inodoro, recuerda que «tenemos un dicho en aguas residuales, que son las tres ‘p’. Al agua residual tiene que ir pipí, popó y papel higiénico, porque ese sí es biodegradable y desagregable». En este sentido, destaca que «en el año 2019 se sacó una norma para calificar aquellas toallitas que sí pudieran tirarse, aunque nuestra recomendación es que no se tiren».  

Rafael Marín detalla que «el 40% de las toallitas que nos encontramos en los ríos, los saneamientos y las aguas residuales son de bebés», lo que significa que el resto han sido usadas para los adultos. «El tema es que no son desechables. Son cualquier fibra textil sintética, el ser sintética implica que no es biodegradable, no hay microorganismos que la degraden dentro de las aguas residuales en las depuradoras. Tienen elementos plásticos. La gran mayoría no son biodegradables», asegura.

Por otra parte, explica que las toallitas «actúan como sustrato para englobar otras cosas sólidas que van por la red de saneamiento, van plásicos, bastoncitos higiénicos, compresas, preservativos... y todo eso forma una bola». A su juicio, el vertido de toallitas «es el principal problema, probablemente» en esta materia. 

Emacsa retira en torno a 500 toneladas de toallitas al año en la depuradora y en la red de saneamiento. El sector estima que la gestión de este residuo genera un sobrecoste de entre 4 y 6 euros al año por persona. 

Rafael Marín subraya la labor de concienciación que la empresa realiza con los escolares, «que son la mejor correa de transmisión» de los mensajes medioambientales a las familias.