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COMERCIO

El calor vacía los mercadillos y reduce las ventas hasta un 70%

Muchos ambulantes han acortado los horarios o han reducido los días de asistencia por falta de público | Algunos hablan del «peor verano en décadas» ya que las temperaturas «espantan» a los clientes

Público en el mercadillo de Las Setas en Noreña ayer. A.J. GONZÁLEZ

El verano más caluroso de la historia de Córdoba, con temperaturas medias por encima de los 40 grados, será también el peor verano en décadas para los vendedores ambulantes, que tras dos años de pandemia esperaban una buena temporada para empezar a reflotar sus negocios. Según el presidente de la asociación Comacor y vendedores consultados a pie de mercadillo en La Ladera y Sector Sur, «la gente lo está pasando muy mal, no solo porque las ventas han caído hasta un 70% este año sino por las temperaturas que estamos soportando, que han hecho que muchos compañeros sufran incluso golpes de calor». La mayoría de los adjudicatarios de los puestos distribuidos en los mercadillos de la ciudad han seguido acudiendo a sus lugares de trabajo cada día, «aunque hay personas que se han visto obligadas a no abrir o reducir sus horarios», ya que hay sitios sin sombra donde el calor «es insoportable».

Según una vendedora de La ladera, el comportamiento de los clientes se ha adaptado a la meteorología. «Este año, mucha gente se ha ido de vacaciones huyendo del calor y los que no salen temprano, vienen rápido y se van antes de las doce, por lo que a partir de esa hora, esto se queda prácticamente vacío». Según Antonio Torcuato, «esto obliga a hacer venta exprés, porque todo el negocio posible se concentra en un par de horas y luego no hay nada».

La subida del IPC y la crisis que afecta a la ciudadanía habitual de estos espacios se ha dejado notar también en los mercadillos. «Mucha gente regatea y no entiende que la subida de los precios también nos afecta a nosotros, que ahora estamos vendiendo a pérdidas, por debajo de lo que hemos pagado por muchos productos porque tenemos que sacar dinero para comprar mercancía para la próxima temporada», comentó otra vendedora, que pronto cumplirá 25 años en la venta ambulante. «En la ropa, se ha notado muchísimo, ha sido un verano horrible comparado con uno normal, incluso con los dos años de pandemia, porque la gente no se fue de vacaciones y tampoco hizo tantísimo calor como este verano». El presidente de Comacor estima que las pérdidas superan el 60% de media y hay quien está por encima del 70%.

Una tradición muy arraigada

Pese a todo, destacan que la tradición de ir al mercadillo «sigue muy arraigada en Córdoba» y que cuentan con clientes «fieles» que incluso contactan con ellos. En cuanto al perfil de los usuarios, hay una amplia afluencia de mujeres, si bien detectan «que los jóvenes han vuelto a ir al mercadillo con sus hijos, lo que está asentando la tradición en las nuevas generaciones. Además del mercadillo de El Arenal (domingos), Córdoba tiene tres rastros los sábados (Fuensanta, Moreras y Villarrubia), uno en Alcolea los lunes y tres más que abren martes y viernes (La Ladera, junto al Marrubial, el de Las Setas en Noreña y el del Sector Sur).

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