Diario Córdoba

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Verano en Córdoba

Escaparates en el desierto

La Judería sufre la falta de turistas en el que es, según hosteleros y comerciantes, uno de los peores julios que se recuerdan | Apuntan al calor y la subida de suministros como principales problemas de esta situación

Dos visitantes entran a una tienda de souvenirs en la Judería. Chencho Martínez

Dos turistas se refugian entre los arcos de los Baños Árabes de Santa María, mientras, fuera, los pocos visitantes que pueden verse este mes por las calles de Córdoba deambulan de sombra a sombra mientras recorren el Casco Histórico. Las solitarias esquinas evocan negativamente al desierto, al menos esa es la imagen que se dibuja en la cabeza de Laura Roda, presidenta de la Asociación Judería. "El calor deja las calles desiertas en estos meses", señala. Y, si bien, es habitual que julio sea un mes negativo para el comercio y la hostelería, Francisco de la Torre, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba (Hostecor), asegura que este resulta "el peor mes de julio en años, no se recuerda un mes de julio así". 

En Deanes y otras calles de tránsito habitual de turistas, las mañanas son relajadas. Algunos visitantes entran y salen de los comercios de souvenirs y joyas. Pero, por las tardes, "se queda muerto", dice Encarni durante su jornada en Al-Andalus Regalos. Muerto y desierto suelen ser los adjetivos utilizados por los comerciantes de la zona para referirse al escenario estival. Y es que, como lamenta Laura Roda, en la capital "falta el turismo internacional casi por completo". Encarni lleva 20 años trabajando en el pequeño establecimiento de la Judería y no duda en afirmar que "este sábado ha sido el peor de la historia, el peor fin de semana". Aunque amplia es la historia, esta comerciante se respalda en las cifras para mostrarse así de tajante. Habla de un fin de semana casi sin ventas, de ventas inferiores a la mitad de cualquier julio anterior a la pandemia. 

Dos turistas se refugian del calor en los Baños Árabes de Santa Maria. Chencho Martínez

Aunque la pandemia parezca un antes y un después en la situación que viven actualmente los comerciantes y hosteleros, De la Torre achaca también estos problemas a otras circunstancias como la inflación. Además de a la falta de llegadas, el representante de la hostelería cordobesa apunta a la subida de suministros o a la devolución de los préstamos ICO por parte de las empresas. En lo que se refiere al calor, claro, no son pocas las consecuencias de sufrir altas temperaturas. Por un lado, el presidente de Hostecor asegura que se están ajustando los horarios para abrir los establecimientos en los momentos de actividad. Es decir, de noche especialmente. Porque, según De la Torre, al mediodía los bares y restaurantes "están vacíos". Eso implica, dice, hasta cierres de locales o, en casos extremos, traspasos. En números, se traduce en facturaciones inferiores, en un 45%, a meses anteriores. El representante de los hosteleros afirma, incluso, que los veranos de la pandemia fueron mejores. Y el motivo es que las restricciones hicieron que los cordobeses se quedaran en la ciudad.

En la ruta desértica de un día veraniego por la Judería, los comerciantes aguardan con cierta resignación la llegada de algún cliente, mientras llegan a pensar, como Rafael, de Art Joy, que quizás sería mejor cerrar. "Algunas veces lo piensas", reconoce. Sin embargo, sus esperanzas están en que entre algún viajero y «te haga el día». Más rotunda se muestra Pilar, de Cashmere & Milk. «¿Compran? «No». ¿Y el mes? «Fatal». Los pocos turistas que ven, explica, están de paso. 

Algunos turistas descansan a la sombra en las inmediaciones de la Mezquita-Catedral. Chencho Martínez

El mes de julio, como indica Roda, "ha sido bastante negativo". A las calles vacías por el calor, se suman "las subidas de precios en luz y demás que todos estamos viviendo", algo que desemboca en "una realidad peor". De la Torre considera, además, que uno de los problemas reside en la "falta de promoción de la ciudad", de "un plan estratégico". Las consecuencias, como expone la presidenta de la Asociación Judería son que "este mes están cerrando muchos" que forman parte de "un sector que ya estaba tocado". Solo espera que agosto dé un giro

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