El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) ha urgido al gobierno local a que recupere el servicio de atención ciudadana que "se ha transformado en una insuficiente oficina de apoyo al registro". Considera el CMC que "la apuesta por la administración electrónica no va pareja a una mejora del servicio a la ciudadanía que se encuentra con una importante brecha digital, colas para realizar múltiples gestiones y la falta de un asesoramiento adecuado para ello", por lo que quiere que se recuperen las oficinas de atención ciudadana en todos los distritos.

La "oficina de apoyo al registro" se ubica actualmente en dos centros cívicos, Poniente Sur y Lepanto, además de algún día de la semana en Alcolea y Villarrubia, según el CMC. También, añade, hay "alguna posibilidad de registro con personal de Participación Ciudadana en Trassierra, Santa Cruz o Cerro Muriano, pero todo ello, de forma muy limitada y sin posibilidad de cubrir las bajas, vacaciones o ausencias que se producen". "Sin este servicio -entiende-, la red de centros cívicos queda sin una de sus funciones fundamentales: acercar la administración al vecindario".

Para revertir esta situación, el Consejo del Movimiento Ciudadano considera que "se debe aprovechar la próxima incorporación de un número de informadores gestores que oscilan entre 15 y 19 y que deben suponer un salto cualitativo para la recuperación de los centros cívicos y sus funciones esenciales". El CMC anuncia que se opondrá "a que la mayoría de este personal vaya a reforzar el servicio central de registro de Gran Capitán, porque se seguiría obligando a la ciudadanía a desplazamientos innecesarios".

Para el Consejo del Movimiento Ciudadano, "es el momento de tocar fondo en la rebaja de servicios y personal en los centros cívicos e iniciar el restablecimiento de funciones perdidas en los últimos años". Mientras, añade, "se deberá seguir mejorando la administración electrónica y realizando estrategias de superación de los problemas de brecha digital". En este sentido, apunta que "hay que desarrollar una batería de iniciativas permanentes y estables más allá de programas puntuales que no se sostienen en el tiempo. El trabajo que se había iniciado en la antigua Normal debe suponer algo más que una anécdota", concluye.