El oncólogo médico cordobés Juan de la Haba Rodríguez nació en Córdoba en 1969, en el barrio de San Pedro, rodeado en todo momento de gente trabajadora y buena, empezando por sus padres, que le han marcado de manera clara el camino a seguir, un trabajo «dirigido a mejorar un poquito nuestro entorno», como a él le gusta afirmar. Juan de la Haba estudió en el Colegio Maristas Cervantes, del que él estima que recibió tres valores que son su lema: humildad, sencillez y modestia. En 1987 inició sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba y en 1994 comenzó su etapa como médico interno residente (MIR) en oncología médica en el hospital universitario Reina Sofía, centro en el que se quedó trabajando como oncólogo médico tras acabar la especialidad en 1999. Además, lleva vinculado al hospital San Juan de Dios de Córdoba desde 2002. Otros puestos que desempeña en la actualidad son los de coordinador de investigación clínica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) y de investigación en Oncología Médica del hospital Reina Sofía.

Juan de la Haba, que ha sido elegido Cordobés del Año por Diario CÓRDOBA en la categoría de Valores Sociales, considera que una de las tres vertientes de su trabajo es el acompañamiento al paciente con cáncer y a su familia desde la asistencia profesional como oncólogo médico y mediante el desarrollo de proyectos como En qué te puedo ayudar, Calvas & Bellas, Viaje al corazón, Running with you, Oncotrad, entre otros.

Por otro lado, otro pilar fundamental del trabajo de este oncólogo médico cordobés es la generación de conocimiento que lleva a cabo a través de la investigación. Desde hace años, Juan de la Haba está colaborando y coordinando proyectos de investigación nacionales e internacionales sobre cáncer que se concretan en la autoría de 88 publicaciones científicas de alto impacto. Y otro aspecto fundamental de su trayectoria es su compromiso con las nuevas generaciones de médicos, «para devolver a esos futuros doctores lo que he aprendido mediante mi faceta como profesor titular de la Facultad de Medicina de la UCO».

Este médico entiende que lo que ha conseguido en la vida y en su trabajo hasta este momento no ha sido mérito propio, sino que ha sido posible gracias a que ha gozado de salud física, mental y emocional y a que ha recibido muchísimo cariño. A Juan de la Haba la concesión de este premio le causa cierto «sonrojo y vergüenza», aunque reitera que lo considera «como una muestra de cariño». «Mi trabajo, de igual manera o mucho mejor, lo realizan muchos compañeros de la sanidad todos los días. Es probablemente la oportunidad que me otorga mi especialidad, la de acompañar al paciente con cáncer y a su familia y la de participar en la mejora de oportunidades a través de la investigación, la que motive esta muestra de cariño, por la que me siento muy agradecido», resalta.