Cristina Pedrajas, portavoz municipal de Podemos, considera que la construcción de un nuevo campo de golf en Córdoba, al considerar que constituye un “gran atentado medioambiental” que se produciría, además, en la situación de emergencia climática en la que nos encontramos. La concejal morada no entiende cómo se le quiere dar el visto bueno a la construcción de un complejo deportivo y de ocio extensivo que sitúa “al lado de Medina Azahara”, aunque es en la zona de Casilla del Aire donde se quiere levantar. A este proyecto, paralizado desde 2011 por la Junta de Andalucía, podría dársele el visto bueno mañana en la comisión de licencias de Urbanismo

“No salimos de nuestro asombro, si hay algo que atenta contra un ecosistema es un campo de golf”, aseguró Pedrajas. En este sentido, la concejala apela a su condición de biológica para afirmar que este proyecto va a acabar con la biodiversidad, para implantar un monocultivo, que necesitará el uso de pesticidas y productos químicos y que estos acabarán con la vegetación existente y eso, a su vez, provocará nuevas plagas que deberán ser combatidas con más pesticidas.  

Con todo, para Cristina Pedrajas, lo peor del proyecto es el mantenimiento y la cantidad de agua que necesita. En este sentido, la edil ha indicado que un campo de golf medio de de 18 hoyos necesita entre 1.500 y 2.000 metros cúbicos de agua al día que habría que sacar del subsuelo o de los arroyos de la zona, como el de Cantarranas. “Es un círculo vicioso pese a que tenemos leyes que están para velar por el respeto”. 

Desde Podemos reclaman al alcalde que ponga sobre la mesa ese marco normativo que, a su juicio, impediría la construcción de un nuevo campo de golf y no descartan emprender acciones legales llegado el caso. De momento, mañana votarán en contra de que se conceda esta licencia y pedirán toda la documentación. Asimismo, Pedrajas rechaza que sean motivos económicos o turísticos los que se esgriman para dar la licencia, porque asegura que la demanda de golf está cayendo y recuerda que se está construyendo un ‘pitch and pull’ en la Arruzafa. “¿Compensa el atentado medioambiental? ¿Qué intereses están detrás de esto? “, interroga.