La Policía Nacional continúa con la investigación del robo de la corona de la Virgen del Rosario de la iglesia de San Pablo, en Córdoba capital. De momento, poco se sabe de un suceso que no es el primero que ocurre dentro de un templo. Manuel Carrasco, sacerdote de San Pablo, ha explicado a este periódico que el robo se tuvo que producir entre el 12 y el 20 de febrero.

Carrasco recuerda que el domingo 20 fue cuando saltaron las alarmas. Mientras estaba confesando a los fieles, alguien le avisó de que la imagen no tenía la corona, una pieza de plata dorada que data de finales del siglo XIX o principios del XX.

La Virgen del Rosario (una imagen letífica, no la titular de mismo nombre de la hermandad de la Expiración) se encuentra dentro de una capilla de la iglesia. Esta capilla, ha detallado el sacerdote, era la que antes de la pandemia acogía las misas ordinarias, sin embargo, para garantizar la seguridad, esas misas se pasaron al espacio principal.

La Virgen del Rosario dentro de su capilla y ya sin la corona sustraida. CHENCHO MARTÍNEZ

La capilla suele estar disponible las horas de culto, pero no siempre sus puertas de cristal están abiertas. Es más, hoy mismo por la mañana tenía echada la llave. Carrasco ha apuntado que el día 12 tuvo lugar una procesión claustral de la hermandad de la Expiración, pero ya no ha habido ningún otro acto en el espacio.

El sacerdote cree que la persona que robó la corona tenía que ser "ágil" porque había que subir hasta el altar y después saltar para bajar. La corona estaba anclada a la imagen a través de lo que se conoce como un espárrago, por lo que no era difícil de coger. Eso sí, en el suceso se tiraron varias velas y también se arrancó una pequeña pieza del templete.

"Impresentables"

Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Olga Caballero, considera que el autor o autores de este tipo de robos son "unos impresentable", no solo por robar en una iglesia, sino por el valor patrimonial que se sustrae.

Aunque el objeto robado no pertenecía al patrimonio de la Agrupación, Caballero sí ha mostrado su "preocupación" por este tipo de hechos, recordando que no es el primero que se produce dentro de un templo.

En el caso de las hermandades, el robo más sonado de los últimos años fue el que se produjo en el 2019 en la iglesia de los Trinitarios y que afectó a las cofradías del Esparraguero y el Rescatado. Concretamente, se llevaron la corona de espinas y una potencia del Esparraguero, las potencias del Rescatado y las coronas de la Virgen de la Amargura y de la Virgen de la Fe.

Años antes se produjo un hecho similar en la iglesia de San Lorenzo en el que sustrajeron al Cristo de Ánimas las potencias, la corona de espinas y los clavos.

La Policía sigue investigando

Por otro lado, la Policía Judicial continúa investigando los hechos. De momento, no hay novedades, según han informado a este medio fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.