Si usted fuera una persona sorda o ciega o tuviera que desplazarse en silla de ruedas y le apeteciera ir como espectador a una función de teatro o al cine en Córdoba, ¿podría asistir a algún espectáculo con garantías de poder disfrutarlo?

La ciudad de Córdoba se encuentra a medio camino para la inclusión de las personas con discapacidad física o sensorial como espectadores de teatro o de cine. Sin embargo, se ha avanzado mucho en los últimos años para hacer accesibles estos recintos culturales.

Los tres teatros del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) de Córdoba -Gran Teatro, Góngora y La Axerquía- son «totalmente accesibles» para las personas que precisan de una silla de ruedas para desplazarse, según asegura el delegado en Córdoba de la asociación nacional Cota Cero, Javier García, quien recuerda que «lograrlo con el Gran Teatro fue una lucha tremenda al ser un edificio del siglo XVIII y con catalogación de BIC. Se consiguió gracias a la ayuda del Ministerio Fiscal, del fiscal Fernando Santos, si no nos hubieran hecho caso».

Un Gran Teatro más accesible e inclusivo abrió sus puertas tras la reforma en octubre de 2018 y no solo por la eliminación de barreras arquitectónicas, sino también por la instalación de bucles magnéticos para los usuarios de audífonos, los ascensores adaptados con doble embarque de braille y acústico, sin olvidar la reserva de trece espacios para usuarios de sillas de ruedas y acompañante.

Sin embargo, Javier García comenta dos circunstancias actuales que impiden acceder en igualdad de condiciones al Góngora y a La Axerquía, ya que en el primero la rampa «está rota y para nosotros es imprescindible», mientras que en La Axerquía hay tres niveles en los que se pueden poner las personas con poca accesibilidad, pero «en la primera zona, que es la más aconsejable, ya nosotros tenemos que estar sentados y si alguien se pone de pie ya no vemos, no tenemos opción telemática para sacar la entrada».

Las personas ciegas que acuden a un espectáculo en el Gran Teatro son acompañadas hasta su butaca; si bien no es una norma formalizada, sí se está realizando como una práctica habitual, explica la directora de la ONCE en Córdoba, Carmen Aguilera.

Para poder disfrutar de la función teatral precisan tener de una audiodescripción, que en muy contadas ocasiones se encuentra disponible. «En general está muy difícil el poder acceder a espectáculos en Córdoba, queda mucho camino por recorrer, aunque el Ayuntamiento está muy sensibilizado con potenciar la accesibilidad», sostiene Aguilera, que concreta que cada colectivo con discapacidades «tiene una necesidad específica».

En el caso de las personas sordas, «se debería incluir la lengua de los signos en el teatro para que fuera inclusivo», afirma la secretaria de la Asociación de Sordos de Córdoba, Lucía Espejo, y descarta como solución que en el escenario haya un intérprete. «En los teatros, faltan más medidas de accesibilidad y, sobre todo, de calidad. Porque solo poner un intérprete no es suficiente. Debido a que en la escena no solo actúa un actor, sino varios, con lo cual un intérprete no es suficiente, pensaríamos que solo está hablando la misma persona, como si fuese un monologo. Es verdad que poner intérprete es un paso, pero todavía queda camino por recorrer hasta conseguir la accesibilidad plena y, sobre todo, de calidad», reflexiona Lucía Espejo.

Precisamente, el Teatro Góngora tiene previsto para el próximo 5 de febrero un espectáculo inclusivo Gozo y llanto, que contará con intérprete y que además ofrece un precio reducido a ocho euros la entrada para aquellas personas con discapacidad que la adquieran en taquilla.

No son habituales en Córdoba los montajes escénicos inclusivos, pero sí suele haber alguno que otro desde que el Gran Teatro programara como experiencia piloto Antígona en octubre del año pasado para espectadores con ceguera y sordera.

«Es tremendo. Solo podemos ver la película en primera fila en El Tablero y en El Guadalquivir»

Con la pantalla grande en Córdoba hay una de cal y otra de arena. Las personas que tienen que desplazarse en silla de ruedas, seguramente preferirán sacar una entrada para ver una película en los cines Axion y no en El Tablero o en El Guadalquivir. El motivo de esta elección es que en estos dos últimos multicines solo podrán ver la proyección en primera fila. «Es tremendo lo de los cines Tablero y Guadalquivir. Solo podemos ver la película desde la primera fila y acabamos necesitando un collarín. Es una situación discriminatoria, ya que tendríamos que tener reservado un sitio desde la parte media de la sala hacia atrás», explica el delegado en Córdoba de Cota Cero.

A raíz de una denuncia de esta asociación, el Ministerio Fiscal abrió diligencias de investigación por las condiciones de accesibilidad para personas discapacitadas en los cines de El Tablero y Guadalquivir en la primavera del año pasado. El proceso continúa abierto y todavía se desconoce cuál será la decisión.

La accesibilidad en estos dos multicines no solo se refiere al lugar donde visionar la proyección, sino también a la necesidad de itinerarios adecuados en el recinto.

Sin embargo, los flamantes cines Axion «sí que han contado con nosotros desde el minuto uno y tienen unas instalaciones maravillosas y podemos ver la película desde la mitad de la sala», sostiene Javier García.

Una persona sorda irá a ver una película cuando esté subtitulada. «Lo que hacemos es elegir películas que tengan VO. Es decir, versión original porque habrá subtítulos. El principal problema es que si son películas españolas, no podremos entenderlas porque nunca ponen subtítulos. En el caso del cinesur Tablero a veces le hemos solicitado que pongan subtítulos, y de momento no ha habido ningún problema. Porque los que ponen VO a veces son horarios reducidos», cuenta Lucía Espejo.

En su opinión, los cines deberían aumentar los fines de semana los horarios de las películas en VO y que se incluyeran subtítulos en las filmadas en español.

A finales del 2019, los cines El Tablero anunciaron que a través de la app WhatsCine sus espectadores sordos y ciegos podrían disfrutar de las películas, ya que con descargársela e instalarla en su móvil o tablet tenían acceso a subtítulos, lenguaje de signos o audiodescripción en una selección de títulos. Para Carmen Aguilera, una persona ciega sí puede ir al cine en Córdoba si va acompañada y hay una audiodescripción. La inclusión se logrará cuándo puedan disfrutar de un espectáculo en iguales condiciones que el resto del público. Todavía queda camino.

Facilidades para acceso y uso de las instalaciones del Imdeco

El Instituto Municipal de Deportes de Córdoba (Imdeco) lleva muchos años dando facilidades a las personas discapacitadas para el acceso y uso de sus instalaciones. Los bonos mensuales pueden adquirirlos con un bono de un 50% de descuento en Vista Alegre y todas las instalaciones que tiene con el modelo de gestión directa (Guadalquivir, Valdeolleros, El Naranjo, Ciudad Jardín, Fátima, Margaritas, La Fuensanta y Santuario), pues en las de gestión indirecta (Go Fit y Lepanto) la entidad que la lleva pone sus propios precios. Vista Alegre cuenta con plazas de aparcamiento para discapacitados, una puerta de acceso diseñada para el uso de estar personas, servicios adaptados y una silla especial para la entrada en la piscina. Una silla similar hay en otras piscinas como Lepanto y La Fuensanta.

Vista Alegre es la sede también de un programa piloto de natación dirigido a personas con autismo que tiene lugar con la colaboración de Autismo Córdoba.