Las malas noticias provocadas por la pandemia de coronavirus son matizadas en ocasiones por alegrías y este ha sido el caso del bar Blanco y Verde, ubicado en Ciudad Jardín, que en los últimos días se ha visto obligado a cerrar sus puertas por el impacto del covid-19, pero también ha recibido el apoyo económico de colegas de Hostecor para ayudarle a superar esta pequeña crisis.

«Esto no tiene palabras. No sé cuántas veces voy a dar las gracias, porque es un gesto muy bonito», asegura Juana Jiménez, la propietaria y cocinera de este establecimiento. Con el ánimo de contar las cosas tal y como son, Juana explica que se ha contagiado de covid-19 prácticamente toda la plantilla, tanto ella como su marido, su hijo y un camarero. Solo su ayudante de la cocina ha evitado la infección, lo que les ha obligado a cerrar las puertas de este negocio familiar en plenas fiestas navideñas hasta los primeros días de enero. «Esto es una faena. Se me habían echado para atrás muchas reservas, pero quedaban algunas que he tenido que anular. No ha sido agradable. La gente lo ha comprendido, gracias a Dios. Nosotros nos hemos sentido muy violentos por tener que hacer esto, pero nos ha tocado», señala esta profesional.

Hace unos días, Juana contó lo que le había ocurrido en el grupo que la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba tiene en una aplicación de mensajería instantánea para teléfonos móviles «y al rato me llamaron para decirme que me iban a hacer esto», apunta. El apoyo recibido «ayuda a tirar para adelante, por lo menos, a pagar el alquiler», admite, e insiste en dar «muchísimas gracias a todos».

Manuel Castilla, propietario de la taberna La Abuela, propuso esta iniciativa sin conocer personalmente a Juana. «Me puse en su lugar. Las fechas en las que estamos y tantos problemas que hay... Me tocó la fibra cuando lo leí», asegura en referencia al mensaje. Manuel animó al resto de los socios a colaborar con Blanco y Verde transfiriéndole 15 euros, porque esta cantidad «no nos iba a suponer nada y a ella le podía solucionar algo, la factura de la luz o el alquiler», explica. «Si todos los negocios tuvieran un grupo y se apoyaran, se podrían solucionar muchas cosas», reivindica este profesional. De su parte, el presidente de Hostecor, Fran de la Torre, señala que el referido grupo está formado por más de 200 socios y «ha sido brutal la colaboración. Es un orgullo pertenecer a un sector de esta forma, que ante las dificultades aunemos esfuerzos y que el compañerismo haya estado muy presente», subraya.