Las últimas declaraciones del consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, que este miércoles condicionó la celebración de la Semana Santa y de las ferias del 2022 a la evolución de la variante ómicron del coronavirus fueron recibidas con cierta resignación en Córdoba, donde la presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Olga Caballero, y los colectivos de casetas de la Feria de Mayo mostraron comprensión ante la situación sanitaria, aunque también apuntaron que no han dejado de trabajar en esas celebraciones. 

En esta línea, Olga Caballero manifestó que «nosotros estábamos trabajando ya para la Semana Santa del año que viene, pero tenemos que esperar a que Sanidad tome una decisión. Si no hay salidas (en procesión), se estudiará un plan B como se ha hecho estos años con otras actividades», avanzó.

De su parte, Alfonso Rosero, presidente de la Asociación de Casetas Populares, comentó que se está trabajando en una ordenanza sobre la feria con el objeto de «regular un poco la presencia de los ciudadanos y las casetas, que todo esté bajo un paraguas jurídico». Así, admitió que en este colectivo tienen «ganas e ilusión de que se pueda celebrar».

El presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales, Rafael Bocero, indicó que esperaban reunirse con el Ayuntamiento a finales del pasado noviembre, pero «no hay noticias ni de feria ni de la obra», precisó en referencia a la remodelación de El Arenal. «Apoyaron nuestro proyecto, pero en dos años no hemos vuelto a tener noticias oficiales», lamentó.