La gastronomía cordobesa es, como cada año, una pieza fundamental en la festividad de Todos los Santos. Gachas, roscos, buñuelos, huesos de santo e incluso torrijas en los últimos años son algunos de los platos que endulzan este día.

Las pastelerías ya tienen desde hace días encendidos sus hornos, preparando sus tradicionales productos para este puente. Este es el caso del Obrador Savoy, situado en el centro de Córdoba, donde una de sus trabajadoras, Carmen, explica que «los trabajadores llevan ya más de una semana con los preparativos». En este obrador puedes encontrar dulces típicos como las gachas, plato por antonomasia que no puede faltar en las mesas de los cordobeses. «Las gachas son un plato fundamental que se vende todos los años. De hecho, ya no nos quedan y aún no ha llegado ni el día», comentaba Carmen a mitad de semana.

Por otro lado, a pesar de seguir vendiendo las recetas típicas de huesos de santo o buñuelos, la línea de productos de este obrador no es tan tradicional como las demás y Carmen añade que «para llegar a un público más joven, se añaden a estos dulces nuevos sabores para innovar, como buñuelos con dulce de leche o huesos de santo con kinder y nutella, entre otros».

Isa Madueño, cocinando migas por la festividad de Los Santos. CÓRDOBA

Las pastelerías Roldán de Córdoba también están listas para ofrecer a los cordobeses los mejores productos para este día tan especial. «Nosotros tenemos gachas, buñuelos, huesos de santo y leche frita», explica una de sus trabajadoras, Eva. Además, respecto a la importancia de consumir estos dulces, Eva subraya que «solo se venden de manera exclusiva en los Santos y en Semana Santa».

Las pastelerías coinciden en lo arraigada que está la tradición de los pasteles y en lo rápido que estos productos se agotan.

En el caso de Carmen Cobos, 82 años, e Isa Madueño, 49 años, madre e hija, cada año en el día de Los Santos reúnen a su familia para preparar las tradicionales migas. Cobos confiesa que lleva toda una vida cocinando y que ella realiza este plato separando por un lado el pan y por otro el chorizo, la panceta y la naranja. «Hay gente que lo fríe todo junto, pero yo lo hago como se hacía tradicionalmente en mi pueblo, Pedroche», explica Cobos.

Gachas y torrijas, productos muy consumidos. MANUEL MURILLO

Además, Madueño añade que «cada año hacemos las conocidas gachas. A nosotras no nos gusta comprarlas, siempre las hacemos caseras». Entre sus ingredientes típicos, Madueño comenta que «lo mejor es hacerlas con leche y que no puede faltar una gotita de anís».

Para ellas la gastronomía es algo que viene de generación en generación. «Ya cuando yo estaba soltera me sentaba con mi madre, cogía una libreta y apuntaba todas las recetas: el recetario de la abuela. A día de hoy lo sigo teniendo y mis hijas dicen que ellas de mayores cogerán para aprender hacer todas las comidas», confiesa Madueño. Sin embargo, esta tradición puede que se esfume con el tiempo, ya que, según declara, «la generación que viene ahora, en la que incluyo a mis hijas, no van a seguir con esta tradición probablemente. Hoy en día no están tan involucrados en la cocina y es una pena».