El barrio de San Agustín no existe o al menos, no existe administrativamente y sin embargo, hay pocos barrios de Córdoba tan vividos como este». Así introduce la asociación de vecinos Galea Vetus el proyecto audiovisual con el que la entidad se ha propuesto recoger la memoria viva del barrio valiéndose de las voces de quienes lo han habitado y lo habitan a día de hoy. Y es que «lo que surgió de una aglomeración de infraviviendas en un espacio no planificado, acabó convirtiéndose en un entramado de calles que invitan al paseo y al encuentro». En realidad, señalan desde Galea Vetus, muchos factores han jugado en contra de este barrio, cuyas fronteras físicas e identitarias no están claras. «La planificación del PGOU lo aisló en 1958 de las principales vías de tránsito de la ciudad, ha sufrido una desaparición paulatina del tejido comercial, así como una despoblación que no han logrado eliminar esa vida de pequeño pueblo que aún perdura», señalan. 

«No se trata de una memoria nostálgica sino un ejercicio de autoconocimiento»

El proyecto pretende hacer memoria, pero, aclaran, «no se trata de una memoria nostálgica, en añoranza de tiempos pasados, sino de un ejercicio de autoconocimiento». Aunque se trata de una idea colectiva, tres personas vecinas de la zona y conocedoras del medio se han puesto al frente del proyecto. Se trata de Roberto Salas, profesor de Filosofía del IES Zoco; Talía Blanco, profesional del ámbito audiovisual y Pepa Rodríguez, con amplia experiencia en producción. 

La silla de la memoria, título del documental

El nombre elegido para titular el documental es La silla de la memoria, ya que los participantes en el mismo son invitados a sentarse en una silla en medio de una calle cualquiera de San Agustín con el fin de reunir retazos suficientes para recrear la identidad del barrio «a través de sus vecinos, tanto los más mayores como los jóvenes y los recién llegados». Sus artífices pretenden narrar «otros modos de convivencia, usos urbanos y oficios ya perdidos, recordar la antigua efervescencia comercial de las principales vías del barrio, espacios de convivencia desaparecidos y otros aspectos que permiten enraizar a los nuevos vecinos con una manera peculiar de habitar la ciudad».

La silla de la memoria persigue además, según el proyecto que la asociación ha elaborado «mostrar el hecho diferenciador de la vida en el casco histórico, poner en valor el comercio de cercanía como motor de vecindad y sostenibilidad, impulsar la unidad vecinal desde el punto de vista intergeneracional y visibilizar las necesidades actuales del vecindario, así como poner en valor el patrimonio arquitectónico, humano y cultural de San Agustín». De momento, ya se han apuntado a la historia ocho vecinos, cinco mayores y tres nuevos pobladores.  

Vecinas de San Agustín, preparadas para el rodaje del documental. CÓRDOBA

Recopilación de fotografías del barrio

Los vecinos interesados en participar en el documental pueden hacerlo no solo con su testimonio en el audiovisual sino aportando fotografías del barrio, que ha experimentado una evidente transformación a lo largo de los años. «El Archivo Municipal apenas tiene media docena de fotos de San Agustín», explican, «por eso queremos recopilar más imágenes antiguas donde aparezcan en la calle, en los patios, delante de alguna fachada o comercio que ya no existe, algún vídeo familiar... que permitan componer el puzzle de lo que ha sido y es el barrio de San Agustín». Los datos para contactar con los responsables de la asociación se pueden encontrar en esta web.