Si hay un colectivo en Córdoba que haya tenido que esperar para poder recuperar su fervor, ese ha sido, sin duda, el de los cofrades. La irrupción de la pandemia del coronavirus truncó la celebración de la Semana Santa del año 2020 y pilló a las hermandades con, prácticamente, todo preparado. La de este año corrió la misma suerte ante un virus que seguía dejando un reguero de contagios, ingresos y muertes a su paso. No ha sido hasta esta misma semana cuando un culto religioso externo ha podido verse por las calles de la ciudad. Fue la Virgen de la Estrella, cuya hermandad realizó un rosario de la Aurora el pasado miércoles, con la imagen en parihuelas, ante la imposibilidad de sacarla en paso (al no permitirse la distancia de seguridad entre los costaleros).

Ahora, más allá de los actos extraordinarios y de las salidas de las hermandades de Gloria, las cofradías tienen puesta la vista en la Semana Santa del año que viene. El objetivo, según ha explicado a este periódico la presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Olga Caballero, es que la semana de Pasión se celebre con total normalidad. Ante la pregunta de si imagina una Semana Santa distinta, sin costaleros y con restricciones, Caballero ha dado la negativa por respuesta. «Esperamos poder estar en la calle sin ningún problema», ha expresado.

Pero el covid-19 no es algo que permita planificar a largo plazo. Ahora, por ejemplo, tanto aforos, como actos o las mismas procesiones dependen de las decisiones que se toman desde el comité de expertos cada semana y lo que puede hacerse hoy podrá estar totalmente prohibido mañana.

Semana Santa del 2020, en el interior de los templos. FRANCISCO GONZÁLEZ

La Semana Santa del 2022 será del 10 al 17 de abril y aunque en las cofradías impera el ansia de normalidad, lo cierto es que ya se trabaja por si tuvieran que proponerse alternativas. Según ha apuntado Caballero, «la Agrupación ya ha empezado a trabajar en las distintas posibilidades que pueden presentarse». Ese trabajo se expondrá en una próxima asamblea de hermanos mayores, donde se analizarán los proyectos y las posibles alternativas «en el caso de que se mantengan las restricciones por la pandemia», indicó Caballero.

«No me gustaría una Semana Santa distinta», ha confesado la presidenta de la Agrupación, que sí ha reconocido que, «llegado el momento, tanto para Cuaresma como para Semana Santa nos adaptaremos y lo solucionaremos según dicte el protocolo» que en cada momento marquen las autoridades sanitarias.

El Ayuntamiento

Por su parte, la delegada de Promoción de la Ciudad, Marián Aguilar, ha apuntado que «estamos en un momento de vuelta prudente y gradual», siempre «manteniendo la ilusión de recuperar cuanto antes la normalidad» y «todo pendiente de la evolución sanitaria».

Marián Aguilar ha dejado claro que desde el Ayuntamiento se asumirá «la responsabilidad» como se ha hecho con el protocolo de actuación que actualmente se encuentra en vigor. Un protocolo que establece una serie de normativas para que las procesiones vuelvan a la calle, y al que se acogió, precisamente, la hermandad de la Estrella.

Virgen de la Estrella, primera procesión en pandemia. MANUEL MURILLO

El objetivo del Ayuntamiento, ha incidido la también delegada de Cultura, es que «nuestros costaleros puedan estar debajo del paso lo antes posible y lo haremos, sin lugar a duda, en el momento que sea posible». Con ello, Aguilar ha insistido en ese protocolo con el que «ya estamos dando los primeros pasos con las primeras autorizaciones».

La Junta, prudente

Mientras, desde la Junta de Andalucía no se atreven a vaticinar lo que ocurrirá de cara a la próxima Semana Santa, teniendo en cuenta que queda más de medio año. Con ello, fuentes de la delegación territorial de la Consejería de Salud y Familias remiten a la normativa que impera ahora mismo en toda la comunidad autónoma y que podrá estar o no vigente cuando llegue el Domingo de Ramos.

Lo que dice ahora mismo esa normativa es que si un territorio está en nivel 3 o 4 de alerta sanitaria (los más altos), la celebración de fiestas, verbenas y romerías, así como otras fiestas populares entre las que se encuentran las procesiones y el resto de cultos externos está completamente prohibida. En el caso de estar en el nivel 2, no se prohíbe, pero tampoco se recomienda.

Así lo dejó claro también pocos días antes de tener un protocolo de procesiones el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, quien dijo que la Junta seguía no recomendando la celebración de actos externos, como las procesiones, «hasta que la incidencia sea más baja». Eso sí, Aguirre hizo estas declaraciones cuando Córdoba aún estaba en nivel 2 y durante esta semana ha pasado a nivel 1 por una significativa caída de la incidencia.

Todo apunta a que el buen ritmo de la vacunación y una visible bajada de la incidencia del coronavirus frenarán que pueda llegar otra gran oleada de casos. Aun así, las administraciones públicas reclaman prudencia a los ciudadanos ante un virus en ocasiones imprevisible y que ya ha dejado, ni más ni menos, que cinco grandes olas de contagios.