Los conductores de bicicletas y patinetes eléctricos tendrán totalmente prohibido circular por las aceras en Córdoba, según se recoge en el borrador de la nueva ordenanza de movilidad, avanzado hoy por el delegado del ramo, Miguel Ángel Torrico. La nueva normativa, que se pretende que entre en vigor el año que viene, esclarecerá las vías por las que pueden circular los vehículos de movilidad personal, arrojando así luz a una especie de caos que ha estado funcionando hasta ahora.

La ordenanza discriminará entre vías peatonales y zonas peatonales, ha explicado Torrico. Las zonas peatonales son, básicamente, las aceras, y por aquí no podrán circular ni bicis ni patinetes. Por otro lado, se crearán una serie de excepciones en las vías peatonales, por donde de forma excepcional pueden pasar vehículos a motor. Por estas vías, si se cumplen una serie de requisitos, sí podrán circular los vehículos de movilidad personal.

Como ejemplo, una zona peatonal sería la calle Morería, por donde no podrían ir bicis ni patinetes. Sí podrían hacerlo por calles como Cruz Conde, Capitulares, Gondomar, Concepción o laterales del bulevar de Gran Capitán. Eso sí, se debe asegurar un mínimo de un metro de distancia con el peatón, que siempre tendrá prioridad, y que éste pueda circular al menos cinco metros sin zigzaguear. En el caso de que esto no se cumpla o de que haya aglomeraciones, los usuarios de bicis y patinetes deberán bajarse.

Para dejar claras las calles y avenidas por las que se podrá circular (y por las que no), la nueva ordenanza contará con un catálogo que clarifique todos estos aspectos.

Lo que no se exigirá a los usuarios de patinetes es ni casco obligatorio ni seguro, porque no lo permite la normativa nacional de seguridad, según Torrico. Sí se espera que se puede exigir, como mínimo, un código de homologación, algo que ya suelen traer estos vehículos desde el origen.

Más claves de la ordenanza

Otra novedad que traerá la nueva normativa tiene que ver con las zonas de acceso restringido a vehículos, las Acire. Estas zonas, donde se limita el tráfico sobre todo a residentes o para acceder a determinados espacios, se podrán extender a otros barrios de la ciudad, teniendo en cuenta que priman, sobre todo, en el casco histórico.

Novedad habrá también en las zonas de aparcamiento. Torrico ha informado de que se establecerán zonas de aparcamiento vecinal, lo que en su día se conocía como zonas verdes.

Además, las zonas de carga y descarga pasarán a denominarse zonas de distribución urbana de mercancías, que conlleva una serie de aspectos de sostenibilidad que se adaptan más a la realidad, según el delegado de Movilidad.

También se potenciará la presencia de la mesa de movilidad, donde participan todos los agentes que tienen que ver en esta materia, aunque con decisiones que no serán vinculantes.

Objetivo: 2022

El también delegado de Presidencia ha informado de que el objetivo es que la nueva ordenanza entre en vigor el año que viene. Según Torrico, el retraso en su aprobación ha tenido que ver con la pandemia, pero también con un proceso que ha sido muy participativo. En la elaboración del borrador han participado tanto agentes internos, como Policía Local o Tráfico, y externos, como colectivos varios.

El siguiente paso será remitir el borrador a la junta de gobierno local, algo que se espera que ocurra en septiembre, y a partir de ahí seguir el trámite normal que debe primar en una normativa municipal: revisión, asesoría jurídica, pasarla al Consejo Social, a Participación Ciudadana y también se remitirá al Consejo del Movimiento Ciudadano.

Torrico quiere que la ordenanza se apruebe de manera inicial a finales de este año. Con todo ello ha dejado un recado para la oposición, sobre quien ha dicho que no ha aportado nada al borrador, cuando cuentan con la información, ha asegurado, desde hace un año.