Desde que comenzó la pandemia, las orquestas, bandas de música o los dj han sufrido un parón en su actividad que a unos les ha supuesto una reinvención partiendo de cero y a otros un reciclaje de 180 grados que les ha llevado lejos de la profesión artística. En todos los casos, las pérdidas económicas que han sufrido y soportado les han puesto al límite de sus posibilidades, llegando en algunos casos más allá del 70% y alcanzando incluso el 90%.

Ese es el caso de Francisco López Arribas, artísticamente conocido como Paco Record, alma mater de la conocida Banda Sureña. «Ahora mismo estamos completamente parados, no podemos hacer nada y yo no puedo venderle humo a mis empleados, a mis compañeros», apunta. Sin ferias, verbenas u otro tipo de fiestas populares la situación es «complicada». El problema, según apunta el músico, es que «de un día para otro nos dijeron que no podíamos trabajar y con las mismas nos hemos tenido que comer las deudas de todas las inversiones que teníamos hechas hasta ese momento». Un volumen de pérdidas que Record estima entre un 70 y 90%. «Nosotros llevamos una producción muy grande, un montaje tremendo, un espectáculo que nada tenía que ver con lo que se hacía cuarenta años atrás», recuerda. La Banda Sureña estaba formada por una plantilla de diecisiete personas. El estado de alarma les impidió actuar en Las Fallas y, tras este, muchos otros sitios se quedaron colgados. La necesidad les ha llevado a buscar trabajos alternativos para poder subsistir, una situación sobre la que Paco Record señala que «esto ha sido un antes y un después en nuestra orquesta, cuando esto pase no se con qué integrantes podré seguir contando y con cuales no».

La orquesta cordobesa La Banda Sureña en uno de sus últimos conciertos. CÓRODBA

Beatriz Zafra es cantante en la orquesta Cal y Canto. En el caso de esta formación de cinco miembros, pasaron de tener 130 bolos en el 2019 a unos escasos 30 (hasta febrero) en el 2020. «Nosotros ahora estamos empezando a movernos un poquito y porque nos hemos reinventado». El hecho de ser un grupo pequeño les ha permitido pasar de ser una orquesta a un grupo de animación musical infantil. En este año, gracias a esto, han podido hacer seis actuaciones. «Son actuaciones de una hora y media con público sentado, los niños no pueden levantarse a bailar ni interactuar», explica. Con este giro han tenido que reinvertir en vestuario, atrezzo, etcétera, «una inversión significativa en relación al trabajo que está habiendo», se lamenta la cantante, quien apunta que las pérdidas que han tenido en este tiempo sin poder hacer nada han sido del 70%, a lo que se suma que los trabajadores del grupo «se han tenido que buscar trabajo en otros sectores». Beatriz Zafra espera volver a la orquesta aunque admite que no en un corto plazo. El no poder realizar espectáculos con gente bailando impide que puedan ejercer su trabajo con normalidad.

Alberto Fernández es conocido en el mundo artístico como Dakota. Es uno de los seis componentes que integran la banda Rockopop. «Somos un grupo de versiones y llevamos once años haciendo conciertos, ahora mismo parece que la cosa se va reactivando, empieza a sonar el teléfono para eventos de ayuntamientos y privados, aunque no al cien por cien, para que te hagas una idea hemos pasado de hacer 150 bolos el último año a unos 35 en este». Rockopop está integrada por músicos profesionales, «nos dedicamos solo a esto», apunta Dakota. Esta va a ser ya la segunda temporada con esta situación de parón por lo que «las pérdidas son tremendas». La agenda empieza a activarse con bodas «pero aún queda mucho para volver a lo de antes».

Dani Ceballos toca en Gamberrock , banda que versionea canciones. Pone un punto de ironía asumiendo que «estamos en nuestro mejor momento». En el caso de Gamberrock, los mismos integrantes han formado otro grupo llamado Superestrellas con canciones propias. «El 1 de julio publicamos nuestro primer single con un sello de Barcelona, sacamos videoclip y estamos muy contentos». Confiesa que con el grupo de versiones tienen la agenda completa hasta octubre. «Somos jóvenes, vivimos todavía con nuestros padres y hasta el día de hoy hemos llegado con cierta facilidad».