David Junquera es ingeniero de obras públicas y presidente de la asociación La Rana Rosa, un colectivo Lgtbi que nació en plena pandemia y ya forma parte de la Mesa por la Diversidad del Ayuntamiento de Córdoba.

Para quien no os conozca, ¿qué es La Rana Rosa?

La Rana Rosa es una asociación nueva que se constituyó porque pensamos que había un espacio un tanto vacío dentro del colectivo Lgtbi de Córdoba. Hay otras asociaciones en la ciudad con las que colaboramos que se centran casi siempre en la defensa de los derechos y la visibilización, sin atender a otras necesidades como una oferta de ocio y cultural diferente y apropiada para el colectivo que incluya salidas de senderismo, quedadas culturales que propicien un entorno en el que relacionarte con otras personas Lgtbi y que sea alternativa a aplicaciones de contactos que a veces son muy perniciosas. También damos cobertura al apoyo psicológico. Creemos que debido a la discriminación y al discurso de odio, hay muchas personas a las que les cuesta llevar una vida plena, lo que está aumentando la tasa de ansiedad en la población Lgtbi.

¿Cómo ha influido la pandemia?

Hemos encontrado que la ya complicada situación de muchas personas vivían en entornos hostiles con su forma de ser o sentir ha empeorado. Hay quienes han tenido que convivir durante meses con familias que no les comprenden, que no les respetan y no han tenido durante ese tiempo la posibilidad de relacionarse con otras personas más afines. Las relaciones sociales se han visto cortadas, lo que ha aumentado la ansiedad en muchas de estas personas.

Dentro del colectivo homosexual, las mujeres siguen estando más ocultas. ¿A qué se debe?

Efectivamente, aún falta mucho camino por recorrer en este sentido. Las mujeres lesbianas apenas tienen referentes con los que identificarse, al contrario que los hombres gays, por eso hay que avanzar en visibilización. A las mujeres lesbianas todavía les cuesta mucho decir abiertamente que lo son por miedo al rechazo social.

La idea de organizar actividades de ocio específicas para el colectivo Lgtbi puede parecer contraria a la inclusión social del colectivo, ¿tan difícil es conocer a otras personas sin hacer uso de las app?

La idea no es crear guetos, solo ofrecer espacios de seguridad a personas a las que les cuesta encontrar a otras personas afines. Córdoba es una ciudad relativamente grande y pese a ello, a día de hoy, solo hay dos pubs centrados en este colectivo. La verdad es que no te sientes igual de cómodo en todas partes ni es tan fácil relacionarte en todos los ambientes. Esos pubs de los que hablo hacen una buena labor, pero pensamos que también sería interesante ofrecer otros lugares donde encontrarse con iguales de forma libre no solo para encontrar pareja sino para conocer a familias Lgtbi, que empiezan a ver bastantes y a veces se ven muy solas. Esas actividades son también una forma de obligarnos a vernos, a expresarnos, a compartir nuestros problemas para movilizar una sociedad que pensamos que está un poco parada.

La diversidad sexual es tan grande que cada día surgen nuevas etiquetas para nombrar orientaciones sexuales e identidades de género. ¿Cómo combatir la confusión que esto genera en la población?

Lo fundamental es educar, informar y fomentar la diversidad sin más. Intentamos todos ser políticamente correctos, utilizar todas las siglas para no excluir a nadie, usar el masculino, el femenino y el neutro cuando se puede para que todo el mundo se sienta representado y sabemos que es difícil en muchos casos. Pero también es interesante destacar a colectivos concretos porque si no se les nombra parece que no existen y quedan muy invisibilizados. Si de vez en cuando, no hablamos de personas bisexuales o de personas no binarias, de mujeres lesbianas, corremos el riesgo de que el colectivo gay, que es el más representado públicamente y el más normalizado, acabe comiéndose todo el espectro. Ocurre como en las políticas de mujer. Es necesario poner el foco en ellas en muchos aspectos porque están claramente discriminadas. Por eso, aunque cueste, merece la pena destacar todas las siglas para hacer visible la diversidad del colectivo.

La tramitación de la ley trans ha convertido a las personas transexuales en protagonistas de la lucha Lgtbi de cara al día del Orgullo. ¿Es la prioridad ahora?

El movimiento trans es el que encabezó las primeras manifestaciones por los derechos del colectivo en España en los años 70 y 80. Siempre han estado ahí, pero es una realidad que quizás cuesta más entender a la población en general cuando no se conocen casos de cerca. Es cierto que ha avanzado menos y en eso quizás tenemos parte de culpa una parte del colectivo. Ahora mismo es necesario que sea así, que se hable de esta realidad y que cuenten con el respaldo del resto para que salga adelante esa ley trans que es tan necesaria.

¿Entendéis la postura del PSOE en el desarrollo de esta ley, conociendo su trayectoria anterior?

Cuesta mucho entender que un partido que ha sido referente en derechos pueda poner tantas trabas a la ley. Ahora parece que está cediendo y se está prestando a sacar adelante una ley aunque no sea la perfecta, da la sensación de que están entrando en razón por la presión que se está ejerciendo desde los colectivos. Cuesta comprenderlo, pero confiamos en que se está reconduciendo la situación.

¿En qué medida ayudan a crear referentes sociales productos televisivos como ‘First Dates’ o series como ‘La Veneno’ o ‘Maricón perdido’ ?

Yo creo que junto con la ley del matrimonio homosexual en su momento, el gran revulsivo de las dos últimas décadas ha sido la visibilización de la diversidad sexual que se está llevando a cabo en la televisión. Es impensable una serie en la que no se cuente con algún personaje Lgtbi, ya sea una pareja, un chico gay o una mujer lesbiana y eso es vital. Necesitamos referentes para que la gente joven que está sola en su casa, que no sabe lo que le pasa ni se siente representada por lo que ve en su entorno, encienda la tele y sienta que no es un bicho raro. Sin esa presencia en los medios, esas personas tienden a esconderse cuando es perfectamente normal verte atraído por alguien de tu mismo sexo o sentir que tu género no es el que se te asignó al nacer. Eso les ayudará a quererse como son.

Países como Polonia o Hungría está promoviendo medidas que recortan los derechos Lgtbi. ¿Temen que el avance de Vox tome esa deriva en España?

No hay que dar nada por sentado. La Comisión Europea ha reaccionado de forma contundente, pero no hay que bajar la guardia, las cosas se pueden dar la vuelta, hay que seguir luchando siempre por los derechos y por la igualdad.