Ecologistas en Acción-Córdoba ha presentado una denuncia en la Delegación territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta en Córdoba por el presunto derribo de una decena de nidos de avión común (delichon urbicum), especie amparada por la normativa de protección y conservación de la fauna silvestre, en el edificio que albergó durante más de 50 años la escuela infantil municipal (calle Don Rodrigo), situada en la barriada de San Pedro. Esta asociación asegura a través de una nota que el Ayuntamiento de Córdoba, a través de Vimcorsa, ha retirado los nidos sin la autorización de la Delegación territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.

Ecologistas explica que el avión común es una especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lesrpe), creado por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, de carácter estatal. La asociación añade que las molestias y agresiones a especies como al avión común, así como a sus nidos, huevos, pollos y adultos -incluyendo la retirada de sus nidos- está prohibida por la legislación vigente. Solo está permitida su retirada, añade la asociación, si no existe otra alternativa y siempre que se cuente con autorización administrativa de la comunidad autónoma. Para que se pueda conceder esta autorización, es preciso que no se perjudique al “mantenimiento en un estado de conservación favorable de las poblaciones de que se trate, en su área de distribución natural”. Ecologistas indica que también está protegida por la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres.

Por otro lado, esta organización ecologista hace un llamamiento al respeto a los nidos de golondrinas, aviones y vencejos y a la colocación de medidas correctoras para evitar las molestias que puedan ocasionar sus defecaciones, como es el caso de baldas o de sistemas de contención debajo de los nidos.

La asociación indica que "la presencia de golondrinas, aviones, vencejos o murciélagos revierten en una serie de beneficios ambientales a la ciudadanía", entre otros, su papel como “insecticida natural”. Cada vencejo, señala, consume 55 kilogramos de insectos al año. Las golondrinas llegan a ingerir 60 insectos cada hora y el avión común se alimenta de una gran proporción de áfidos, moscas pequeñas e himenópteros (especialmente las hormigas voladoras), concluye.