En el colegio Hernán Ruiz de Córdoba, toda la plantilla (cerca de 40 docentes), menos seis profesores, tiene al menos puesta una dosis de la vacuna AstraZeneca frente al covid. Sin embargo, si bien los que tienen ya una dosis no saben aún cuándo les pondrán la segunda dosis ni de qué marca será, porque las autoridades sanitarias aún no han tomado una decisión, esos otros seis profesores ni siquiera tienen una primera dosis puesta debido a que se paralizó la vacunación con AZ en menores de 60 años.

Ana Zurita, de 57 años, es una de esas seis docentes, que está en una especie de «limbo», como ella mismo lo define, en el que se han quedado profesores de 55 a 59 años de distintos centros educativos y personal de seguridad de esas mismas edades, entre efectivos de otros estamentos, considerados esenciales y prioritarios en la estrategia de vacunación

«Necesitamos que nos vacunen, porque parece que los que nos hemos quedado sin vacunar ya no somos de riesgo ni esenciales, como el resto de nuestros compañeros, a pesar de que somos muchos los docentes que no estamos a cargo solo de un grupo burbuja de alumnos, sino que nos desplazarnos a clases de distintos cursos, porque se producen bajas, porque prestamos apoyo y por muchos otros motivos», se lamenta Ana Zurita.

Las quejas de este grupo de profesores no vacunados cuenta con el apoyo del claustro y consejo escolar del colegio Hernán Ruiz.