A 15 días del inicio del concurso de patios del 2021, año en que se celebra el centenario de esta fiesta de los Patios de Córdoba, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Rafael Barón compagina estos días su trabajo en su floristería con los preparativos de su casa-patio, una de los más premiadas de arquitectura moderna, la atención a los cuidadores que forman parte de la asociación Claveles y Gitanillas y a los medios de comunicación.

-Hace dos días salieron las listas del concurso y hay 5 patios excluidos. ¿Cómo ha sentado esta decisión? 

-Nuestra asociación siempre ha valorado la labor de la comisión técnica que selecciona los patios para el concurso, se trata de una difícil decisión porque en general, los patios suelen reunir las características y calidad y es difícil seleccionar. Las bases y el presupuesto del concurso limitan la participación a 50 patios, algo que nos parece escaso teniendo en cuenta que la fiesta es foco de atracción turística y motor económico de la ciudad, lo que supone que si se presentan más de 50 solicitudes, aunque todos pasen el corte de la comisión, 5 sean excluidos. Sin valorar las causas del retraso, a 15 días del concurso, cuando los patios están totalmente arreglados, se han hecho ya todas las labores de mantenimiento y el gasto necesario para reponer plantas, nos parece totalmente injusto para los patios excluidos. Por eso, la asociación ha solicitado al Ayuntamiento que este año con motivo del centenario de la Fiesta de los Patios, se admitan los que han quedado fuera por motivos presupuestarios porque la ciudad no puede ser cicatera con personas que dan lo mejor que tienen, con cariño y generosidad para que Córdoba brille en el mundo cada mes de mayo.

"La ciudad no puede ser cicatera con personas que dan lo mejor que tienen, con cariño y generosidad para que Córdoba brille en el mundo cada mes de mayo"

-Entre los elegidos figura, sin embargo, un patio conventual.

-Nosotros creemos que sería interesante crear una categoría nueva para que participaran patios señoriales y conventuales, pero esa tipología de patio no se ajusta al espíritu de nuestra fiesta, ni a la declaración de la Unesco, que resalta la importancia del patio como lugar de encuentro y convivencia de las familias que lo habitan. Son las vecinas y vecinos de las casas-patio los que han mantenido esta tradición decorando sus casas con plantas naturales durante siglos. Nos parece que la comisión no ha tenido en cuenta ese valor intrínseco a la casa-patio que no poseen otros patio que arquitectónicamente existen. Además, se incumple la base primera, que indica «...y mantiene el exorno propio del patio cordobés permanentemente», cosa que todo el que lo haya visitado dicho patio durante el año para entrar en la capilla, ha podido observar. En esta ocasión no se trata de excluir sino de integrar y pensamos que ese tipo de patios deberían tener un tratamiento distinto con una categoría nueva que enriquezca nuestra Fiesta. 

"Al incluir un patio conventual se incumple la base primera, que indica «...y mantiene el exorno propio del patio cordobés permanentemente», cosa que todo el que lo haya visitado dicho patio durante el año para entrar en la capilla, ha podido observar"

-Esta es la segunda edición de patios que se celebra en pandemia. La pasada tuvo lugar justo antes de la segunda ola, que llegó tras el Puente del Pilar y que coincidió en Córdoba con la celebración del concurso. ¿Tenéis miedo a que ocurra algo similar?

-Yo creo que nadie puede argumentar que abrir los patios en octubre contribuyera a la segunda ola porque en los patios cumplimos unas normas de seguridad que no cumple ningún supermercado, ningún tren ni autobús. Más escrupulosos que fuimos, imposible. Si hubo contagios sería por el movimiento externo fuera . Yo viví la edición pasada como una celebración muy discreta y un poco triste porque estaba todo muy regulado, no podías pararte con la gente, ni charlar con nadie por el tema de la cola y se me pasó sin pena ni gloria. Que eso contribuyera a una ola, yo no lo veo. 

"Yo creo que nadie puede argumentar que abrir los patios en octubre contribuyera a la segunda ola"

-¿Estabais mentalizados para retrasar el concurso a octubre si hubiera sido necesario?

-La verdad es que todo el mundo quería que fuera en mayo. Había cierto miedo a que no pudiera ser por la evolución de los casos, pero viendo que la gente se está vacunando y que eso hace que haya menos personas en riesgo, que en las residencias de mayores ya están sin contagios, teníamos la esperanza de que saliera adelante. Como el Gobierno decía que en abril habrá vacunación masiva, afrontamos esta edición con más alegría, aunque con mucha precaución. Es una forma de ayudar a la ciudad porque hay muchos negocios cerrados, esto es una ruina total y la fiesta puede contribuir a activar un poco la economía.

-¿Los cuidadores mayores se han vacunado ya?

-Hay bastantes que sí. Miguel Ángel Roldán propuso vacunar a todos los propietarios, pero parece que eso no está en manos del Ayuntamiento. Lo que sí se harán son las PCR como el año pasado.

-¿Cómo están los patios y el bolsillo de los cuidadores?

-Los patios están preciosos, mejor que nunca, algunos se podrían abrir ya porque hay mucha flor. El bolsillo, como el de todos los españoles y cordobeses, con los ahorros a mínimos y sacando de donde no hay para pagar a pintores, comprar macetas y demás, pero hay que hacer un esfuerzo para celebrar el centenario y que luzca lo más posible.

-Desafortunadamente, la pandemia se ha cruzado con la celebración del Centenario del Concurso de Patios. ¿Se han quedado muchos proyectos en el tintero?

-En principio, no se ha frustrado nada, se han pospuesto algunos actos al segundo semestre pensando que a partir de septiembre, con más gente vacunada, habrá más movilidad. Se iba a hacer un inicio del centenario con una fiesta homenaje a los cuidadores que no se podrá hacer. Los patios en Jueves Santo ha sido un éxito de este centenario, va a haber una exposición de fotografías de patios en las calles y quizás y aunque con menos lucimiento y menos repercusión que en un año normal, quizás podamos celebrar este aniversario. 

-Cien años de concurso han convertido la marca patios casi en un sello comercial. 

-Totalmente, pero después de haber trabajado tanto, los beneficios de esa marca se los está llevando gente que viene de nuevas y eso molesta. Todo el mundo piensa en explotar la marca, ya hay hasta pipas Los patios de Córdoba, pero nadie piensa en cómo aportar a quienes hacemos posible la fiesta. Se da por supuesto que trabajamos de forma altruista y que estamos dispuestos para lo que sea, pero todos tenemos nuestra vida, nuestro trabajo y a cada vez se nos exige más a cambio de nada. Te llaman para grabar programas en tu casa, para hacer fotos, así que lo limpias, lo preparas, eso sirve de imagen, de referencia, de marca de ciudad, pero todo gratis. Tampoco puedes decir que no porque entonces dirían que somos unos desaboridos. Por eso estamos pensando en reunirnos para ponernos serios y establecer un canon o algo así. Hay empresas que van a las instituciones y proponen una actividad sobre los patios para la que reciben una subvención, pero la actividad solo se puede hacer en nuestras casas. Sin embargo, no se prevé nunca una aportación, nosotros no somos nunca un gasto.

"Los beneficios de la marca patios se los está llevando gente que viene de nuevas y eso molesta"

-En el mandato anterior, se consiguió una rebaja en la factura del agua y del IBI. El año pasado, se subió el accésit. ¿Qué demandáis ahora al Ayuntamiento?

-La ayuda de Emacsa que se dio era ficticia porque se daba en un tramo tan pequeño que el descuento era insignificante, así que estamos a la espera de que se solucione. Espero que se mantenga lo que hay y si de aquí a dos años se puede subir el accésit un poco más, lo agradeceríamos porque cada año cuesta más mantener el patio. 

-Después de años con masificación y colas enormes, ¿la pandemia ha logrado que ahora echéis de menos a los turistas?

Personalmente, yo disfruto más cuando viene gente que quiere ver el patio con conocimiento, con tranquilidad. Las masas no son buenas para nada, ni siquiera para la economía porque ese turismo de autobús y bocadillo no genera ese turismo de calidad que pernocta, que come en la ciudad, que consume. Es mejor calidad que cantidad.

-Las nuevas tecnologías volverán a ser protagonistas en esta edición. ¿Qué han traído de bueno y de malo a los patios?

-Las nuevas tecnologías, bien usadas, son muy buenas, pero hay que saber usarlas y tener cuidado. El selfie sí ha hecho mucho daño porque los visitantes, al tener una cámara encima, no vienen a ver el patio sino a grabarlo y eso resta a la experiencia. Antes la gente venía a ver el patio y se echaba una foto. Ahora entran con el móvil y ven el patio a través de la pantalla del teléfono. Yo para eso, me quedo en mi casa porque hay vídeos magníficos, pero es lo que hay. Entiendo que quieran llevarse un recuerdo, el problema está siempre en el exceso. Una foto, otra y otra… y eso hace que los que están fuera tengan que esperar más.. Yo me pregunto ¿para qué quieren tantas fotos? El Instagram y ese afán narcisista ha hecho mucho daño.

"Sentimos el orgullo de tener una fiesta tan ecológica y tan sana que incluso en pandemia se puede celebrar porque es al aire libre"

-Los patios son prácticamente la única de las fiestas tradicionales que han sobrevivido en esta pandemia. ¿Os sentís privilegiados?

-Sentimos el orgullo de tener una fiesta tan ecológica y tan sana que incluso en pandemia se puede celebrar porque es al aire libre… Falta ese contacto social, que vengan para cantar y bailar... pero nos hemos sabido adaptar a esta nueva normalidad con un nivel de seguridad razonable.