Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Oral, que se celebra el 20 de marzo, y bajo el lema Ahora más que nunca, cuida tu salud bucodental, Rafael Roldán Villalobos, presidente del Colegio Oficial de Dentistas de Córdoba, recuerda a la población que las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo comunes con las enfermedades generales y que, si bien algunos de estos factores, como la edad, el sexo y las condiciones hereditarias, son intrínsecos a la persona y no se pueden cambiar, otros proceden del comportamiento y estilo de vida individual como pueden ser una dieta poco saludable, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y una higiene bucodental deficiente. De ahí que el presidente del colegio afirme que los dentistas insistimos en la importancia de mantener unos buenos hábitos de higiene oral, de alimentación (reduciendo la ingesta de azúcares, sal y grasas), evitar el consumo de alcohol y tabaco y acudir regularmente al dentista, ya que todo ello nos reportará no solo una buena salud oral sino también una óptima salud general y una mejor calidad de vida”.

Recientes estudios han demostrado esta causa-efecto de una mala salud oral en otras enfermedades sistémicas. Por ejemplo, los pacientes diabéticos suelen sufrir complicaciones periodontales como causa de su patología. Del mismo modo, según informa el doctor Roldán, las personas con enfermedad periodontal tienen el doble de riesgo de fallecer de un ataque cardiaco y tres veces más posibilidad de sufrir un derrame cerebral y, una mala salud oral, puede provocar partos prematuros en mujeres embarazadas o problemas respiratorios.

Además, apunta el presidente del colegio, hay que recordar que, en la actual situación sanitaria que estamos viviendo, los dentistas hemos detectado que el miedo a contraer el virus SARS-CoV-2, también conocido como coronafobia, ha provocado un aumento de la ansiedad y el estrés entre la población, lo que está generando un incremento de los casos de bruxismo. Este miedo, hace que muchas personas aprieten y rechinen los dientes de forma inconsciente, lo que puede llegar a provocar daños importantes en su dentición. Igualmente, los cambios en la rutina habitual con el fomento del teletrabajo, pueden generar malas posturas que acaban afectando a la articulación temporomandibular (ATM) y ocasionar bruxismo.

Para averiguar el origen y el grado de gravedad de esta patología, Rafael Roldán recomienda “ahora más que nunca, cuidar nuestra salud bucodental” y acudir al dentista ante los primeros síntomas, que suelen ser dolor de cabeza y de cuello, molestias en los músculos de la cara, desgaste dental y chasquidos al abrir o cerrar la boca, recordando que las clínicas dentales son espacios seguros donde los pacientes pueden acudir con la certeza de que hemos incrementado aún más los protocolos de seguridad sobre higiene, desinfección, esterilización y distanciamiento social, que ya teníamos instaurados.

Por último, dice Rafael Roldán, el cáncer oral afecta, aproximadamente, a 5.000 nuevos pacientes en España cada año, causando un promedio de 1.200 muertes. La mitad de los casos podrían evitarse con una detección temprana, sin embargo, en un 85% se diagnostica en estadios tardíos. El cáncer oral afecta principalmente a hombres de mediana edad, aunque cada vez se registran más casos entre mujeres y jóvenes. Promover acciones de concienciación para fomentar su detección precoz y acudir periódicamente al dentista para detectar esas posibles lesiones cancerígenas, resulta clave para prevenir esta enfermedad.

Las encuestas realizadas en los últimos años sobre Salud Oral en España, tanto por el Consejo General de Dentistas de España (año 2020) como por el Ministerio de Sanidad (año 2017), revelan datos muy significativos como la incidencia del nivel social y el sexo en los hábitos de higiene bucodental; la mejoría, desde el año 2005, de la higiene oral en todos los grupos de edad; el notable descenso en la última década, tanto en población adulta como infantil, de los índices de la caries dental, considerada como la enfermedad crónica más común en el mundo; una ligera disminución de la incidencia de la enfermedad periodontal; y, como dato destacable, la mejoría en el porcentaje de población adulta que conserva todas las piezas dentales naturales.