Hace un año se declaró el estado de alarma. ¿Qué cree que se ha hecho bien y qué se debería haber evitado?

En primer lugar, mi más profundo reconocimiento a los profesionales que sin descanso han luchado y siguen haciéndolo contra el covid-19. Y mi más sentido pésame a las familias de las personas que han perdido la vida. La sociedad cordobesa ha dado muestras de verdadera solidaridad y reconocimiento a quienes han servido de dique de contención entre el virus y las personas, es decir, los profesionales sanitarios, que no han dudado en poner en riesgo su salud y su vida para proteger la de los demás. Rechazamos con firmeza la falta de previsión y recursos para proteger a los profesionales en los primeros meses de la crisis sanitaria, que tuvieron que protegerse con bolsas de basura y medios improvisados.

¿Qué considera prioritario en esta nueva etapa en la que nos encontramos?

Dotar de medios y recursos a un sistema sanitario que ha evidenciado graves déficits estructurales. La grave crisis sanitaria ha venido acompañada de una grave crisis social y económica que lastrará nuestra provincia los próximos años; y nuestro sistema sanitario no puede seguir ni un minuto más descapitalizado y empobrecido, con las graves consecuencias que ello tiene para los ciudadanos de la provincia de Córdoba, pues la salud es el bien más preciado que tenemos y no debe sufrir regates políticos y económicos que la pongan en grave riesgo de perderla o empobrecerla.

¿Se muestra optimista con una pronta recuperación de la economía de Córdoba y por qué?

La recuperación económica dependerá indudablemente de la capacidad de reacción que la administración pública en su conjunto tenga de proveer los recursos que protejan y desarrollen la generación de empleo, tanto en el sector público como en el tejido empresarial, ambos generadores de empleo y riqueza en potencia, pero ahora más que nunca necesitan la ayuda de los poderes públicos para recuperar lo perdido y fortalecerse a corto plazo para ser viables y motores de creación de empleo y bienestar para miles de familias.

¿Cuál ha sido para usted la mayor enseñanza de esta situación?

Que nada es estable y seguro per sé y dado que sufriremos, sin lugar a dudas, más epidemias y probablemente mucho más virulentas, es el momento de fortalecer sin reservas ni regates, no solo nuestro sistema sanitario y sociosanitario, sino también nuestro tejido social y empresarial para poder afrontar con mayores garantías la protección del bienestar.