Aunque la Delegación de Educación insiste en que el proceso de escolarización para el próximo curso acaba de comenzar el 1 de marzo y aún no hay nada cerrado en cuanto al número de unidades que se puedan cerrar, hasta que finalice todo en septiembre, lo cierto es que el malestar ha cundido de forma importante entre asociaciones de padres y directores de centros de la enseñanza pública, que ya cuentan con el anuncio, por parte de la Delegación, de supresión de unidades y, por tanto, de menor oferta de plazas en sus colegios e institutos. Según información recogida de directores de centros públicos de la capital y provincia y de la plataforma Niños del Sur, al menos está prevista la supresión de 21 unidades en la provincia y el cierre de dos colegios, el CEIP Lucano, que pierde una unidad de Infantil y una de Primaria, y el colegio rural Quercus, de la aldea de Azuel. Según comunicó ayer el sindicato Ustea en una nota, «hemos de sumar un cierre más, comunicado ya a la dirección del centro, y que se hará efectivo el curso 22-23. Se trata de la escuela infantil Vicente Nacarino, de Palma del Río».

"Los centros educativos sufren mucho cuando se suprimen unidades"

Isabel Bernal - Directora del CEIP Antonio Gala

Isabel Bernal, directora del CEIP Antonio Gala y presidenta de la asociación de directores Asadipre, explicó a este periódico que el problema es importante «y muy difícil» de solucionar y requiere de una planificación clara para los próximos años para la redistribución de alumnos entre centros públicos y concertados porque «no puede ser que siempre se supriman unidades de centros públicos». En su opinión, «el sistema no se sostiene tal como está planteado» porque la tremenda caída de la natalidad, que se va a acrecentar con la pandemia, «lo va a agravar» y «no se ha legislado con visión de futuro». Bernal señala que «los centros educativos sufren mucho cuando se suprimen unidades» porque «te quitan personal, si bajas de 9 unidades ya no tienes jefatura de estudios, pierdes partidas económicas y recursos y, en unidades mixtas, se complica la enseñanza».

Antonio Bueno, presidente del AMPA del colegio Hernán Ruiz y portavoz de la plataforma Niños del Sur, denuncia que en su centro tienen pensado suprimir una unidad de primero de Primaria, «lo que es totalmente injusto». Bueno afirma que «falsean la realidad cuando dicen que el proceso acaba de comenzar y todo es provisional y que hasta septiembre hay tiempo de cambiar esta planificación de líneas», porque «si así fuera ¿por qué no mantener las unidades existentes en lugar de suprimir a priori, sin conocer siquiera cómo va el proceso de admisión? No olvidemos que la Delegación plantea este recorte en febrero, antes de que se inicie, en marzo, la matriculación». Además, asegura, si hay bajada de natalidad, «podrían aprovechar para bajar ratios y no suprimir clases».

Igual piensa Rafael Luque, director del colegio público Concepción Arenal, en el barrio de Fátima, al que ya han comunicado la supresión de una clase de Infantil de 3 años, por lo que solo podrá ofertar 25 plazas. «Al menos que me dejasen ofertar las dos unidades y, si después no tengo solicitudes, lo entendería», afirma Luque, quien asegura que no pasa lo mismo en la concertada, «porque tienen blindados los conciertos». El curso pasado ya le quitaron una unidad de Infantil, "y tuvimos que pelear para recuperarla, porque había niños suficientes para dos clases, pues además teníamos cuatro niños con necesidades especiales".

Afectados

Los colegios afectados, de momento, aunque podrían ser más, según un sondeo entre directores, son el Concepción Arenal, Hernán Ruiz, Juan de Mena, San José, Alcalde Jiménez Ruiz, Averroes, Andalucía (Posadas), Los Alcalá Galiano (Doña Mencía), La Aduana, San Lorenzo, Los Ángeles (Alcolea), Maestro Juan Hidalgo (Cardeña), Al Ándalus, Castillo Anzur (Puente Genil ), Vicente Nacarino (Palma del Río), Mediterráneo y Juan Alfonso, de Baena.

En la enseñanza concertada se mantienen las plazas

En la enseñanza concertada, donde estudian 42.082 alumnos, frente a los 120.888 que lo hacen en la pública, se mantienen las plazas para el próximo curso. «No hay ninguna novedad», admite Antonio Guerra, presidente de Escuelas Católicas, una de las patronales de la concertada, salvo que «una vez más, pese a la promesa de Cs y PP, no se concierta ni una unidad nueva en Bachillerato en toda Andalucía».

Respecto a las siete zonas de escolarización que hay en la capital, Antonio Guerra señala que las ve bien, aunque «nuestra pretensión es que haya una zona única para que los padres lleven a sus hijos donde quieran». De momento, con la reordenación que se hizo este curso «parece que se ha repartido más el alumnado entre colegios públicos y concertados». Recomienda a los padres que conozcan el proyecto educativo de cada centro para decidir.