El alcalde, José María Bellido, se quedó ayer solo en su defensa de Eva Timoteo, de quien dijo «con franqueza» que había cometido «un error grave» pero «sin dolo» y que «se dejó el alma» durante la gestión de la pandemia al frente de los Servicios Sociales. Para el regidor es «muy difícil» hablar de mala fe en la actuación de la concejala de Cs, que hizo pública Izquierda Unida hace una semana al denunciar que había estado compaginando la actividad al frente de la Delegación de Servicios Sociales y la de procuradora, al frente de su despacho profesional.

El alcalde entiende, no obstante, que la intención de la edil no fue engañar porque «queriendo engañar uno no publicaría el engaño en el BOP», dijo en alusión a la declaración de actividad y la posible incompatibilidad que firmó de su puño y letra al inicio del mandato la edil, como el resto de miembros de la Corporación local. En todo caso, Bellido recordó que actualmente no forma parte de la junta de gobierno local, ha perdido su condición de teniente de alcalde y no tiene ninguna delegación, ni retribución.

En cualquier caso, hasta ahí pareció llegar la defensa del alcalde que insistió en que «a partir de ahora es el Pleno el que decidirá» sobre si es o no compatible el ejercicio de la procura con las delegaciones en Participación o Solidaridad (IU dejó el balón en el tejado de Vox). «Creemos que puede seguir pero tendrá que venir con todos los informes que acrediten la compatibilidad y si no, no vendrá», matizó el alcalde.

El primer edil también habló del caso que salpicó a Manuel Torrejimeno, al frente del Imdeco, para quitar toda importancia a estos hechos, aunque reconoció que no le habían gustado.