La población empadronada en barriadas periféricas, urbanizaciones y núcleos diseminados de la ciudad de Córdoba se ha incrementado un 10% durante la última década hasta llegar a 32.926 vecinos en el pasado 2020, de acuerdo con la información publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta pone de relieve que en el 2010 eran 29.890 los habitantes empadronados en estas zonas, por lo que, en línea contraria con lo que ocurre en el núcleo central de la capital, los residentes aumentan.

En este sentido, la estadística indica que el municipio de Córdoba tiene 326.039 habitantes, como se avanzó recientemente, y ha perdido 2.508 personas en una década, lo que representa una leve bajada del 1%. Si se analiza el reparto de la población atendiendo a las diferentes entidades, el núcleo de la capital tiene 293.113 residentes empadronados, 5.544 menos que hace diez años, lo que se traduce en una disminución del 2%.

El resto de los vecinos reside, por tanto, en barriadas periféricas y en urbanizaciones y núcleos diseminados. En el caso concreto de las primeras (incluidas sus parcelaciones y viviendas diseminadas), cuentan con 18.946 habitantes, un 5% más en una década. La más poblada es Alcolea, donde según el INE viven 6.135 cordobeses, incluyendo la barriada del Ángel, Encinares de Alcolea, El Sol, Porrillas y Ribera Baja. En Villarrubia habitan 5.977 personas y aquí se incluyen los empadronados en Vereda Real Soriana y Veredón de los Frailes; en El Higuerón residen 4.591, incluidos los habitantes de Aguilarejo Alto y Bajo, Llanos del Castillo, Terrenos del Castillo y Veredón de los Pinos; Cerro Muriano tiene 874 empadronados; en Santa María de Trassierra hay 766, un dato que contempla los vecinos de La Caballera, Campo Alegre, El Puerto y El Salado, y en Santa Cruz hay 603.

A los habitantes de estas barriadas hay que añadir los de aquellas urbanizaciones y núcleos diseminados que no se integran en ellas, 13.980 cordobeses, que son un 18% más en la última década. Por tanto, el crecimiento más destacado de la población se ha producido en aquellas parcelaciones y lugares diseminados fuera del núcleo central de la capital.

Aumento «tremendo» /

El presidente de la federación de asociaciones vecinales Al Zahara, Antonio Toledano, afirma que la pandemia de coronavirus y el confinamiento de la población decretado el mes de marzo pasado para detener el avance del covid-19 han dado lugar a un «aumento tremendo» del número de cordobeses que han trasladado su residencia a la periferia, pero admite que «poca gente se empadronará», por lo que «es complicado saber el número exacto de personas que viven allí». Este responsable vecinal explica que «mucha gente ha decidido irse a la segunda vivienda» por diferentes causas como la sanitaria, y apunta que «con el motivo, fundamentalmente, de la pandemia, muchas familias han optado por ir a una segunda residencia o una alquilada o en venta en diferentes zonas de Córdoba. En Trassierra, por ejemplo, hay muchas personas que subieron durante el confinamiento y no han vuelto a bajar a la ciudad, han optado por quedarse en las segundas viviendas. Ha habido bastante aumento de población en diferentes barriadas de la periferia», subraya.

En esta línea, el presiente de Al Zahara apunta que, si estas zonas experimentan una subida de la población, «los vecinos tendrán más necesidades de servicios» como los básicos, de transporte, acceso a internet o seguridad. «Ya estábamos pidiendo que los suministros básicos se atendieran adecuadamente... Se han incrementado todos los problemas», comenta, puntualizando que «los servicios ya eran deficitarios» y que «incluso el transporte ya no asume tanto trasiego de personas y hay problemas de movilidad. Se están formando bastantes tapones», manifiesta.

A esta situación se añade la de los fines de semana, cuando, según el presidente de Al Zahara, «ha habido un aumento terrible de personas que van a núcleos de la sierra. Las personas están redescubriendo la sierra y partes de la ciudad que quizá estaban más olvidadas», valora. Sin embargo, preguntado por la posibilidad de que este crecimiento de la población pudiera ser definitivo, aclara que «todo dependerá de las condiciones que la periferia tenga para vivir adecuadamente», ya que puede que los vecinos encuentren dificultades en diferentes aspectos como la movilidad o el acceso a internet.

Dialogando para mejorar la calidad de vida del residente

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, confirma que Córdoba cuenta con unas 10.000 viviendas fuera del núcleo urbano, en zonas como las urbanizaciones, en las que residen una media de tres o cuatro personas. Preguntado por el aumento de población en la periferia, señala que «este año de pandemia, por ejemplo, en la sierra están todas las casas ocupadas», porque los vecinos «se han ido a vivir buscando espacio, aire libre y seguridad sanitaria». De este modo, dice que la crisis sanitaria «ha reforzado una tendencia» y explica que «hay mucha más población y más demanda de servicios estables, y hay que dárselos». De Gracia subraya que ya se está trabajando con el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y el Gobierno central, porque no se trata solo de cuestiones municipales, sino también de otras como la seguridad, la sanidad y la educación. «El incremento puede ser permanente si se refuerza la calidad de los servicios, muy posiblemente, si siguen siendo tan deficitarios habrá quien se lo piense. Es el momento de dar los servicios oportunos y que la gente decida», destaca.