A partir de esta semana el hospital Reina Sofía ha introducido una serie de cambios en el acceso y tránsito por sus instalaciones e inmediaciones, medidas que forman parte de la desescalada gradual que está empezando a realizar el complejo, de cara a la reanudación progresiva de la actividad asistencial (consultas, pruebas u operaciones) que había quedado aplazada por la pandemia del coronavirus. El Reina Sofía recalca que estas medidas están dirigidas a la protección de pacientes y profesionales durante la actual situación sanitaria, a la vez que tratan de caminar a la normalidad previa al covid-19.

Según ha expuesto el Reina Sofía, estas indicaciones se irán reevaluando según avance la situación, pero contemplan los siguientes aspectos. En primer lugar, solo podrán acceder a los edificios del hospital Reina Sofía los usuarios con citas para consulta, pruebas diagnósticas o ingresos (salvo en urgencias) y en las puertas exteriores habrá que pasar un control de temperatura y realizar una adecuada higiene de manos.

En las zonas comunes y áreas asistenciales se han instalado dispensadores de solución hidroalcohólica y los pacientes y acompañantes deberán llevar mascarilla en todo momento dentro de las dependencias hospitalarias.

Por su parte, los pacientes solo podrán venir al hospital acompañados cuando sean menores, se encuentren en los instantes finales de la vida, presenten una discapacidad, sean grandes dependientes, sufran un trastorno sensorial o cognitivo, presenten un estado de agitación, se encuentren de parto o en una situación de incapacidad para realizar actividades cotidianas.

El Reina Sofía aclara que las visitas siguen sin estar permitidas y recomienda que todos los profesionales porten la mascarilla que les corresponda en función de su actividad (en general quirúrgica y, solo en los casos establecidos expresamente, emplear mascarilla autofiltrante tipo FFP).