Daniel Rider y Shadi Cerpa llevan días pensando cómo hacer que Clemente, su hijo de 3 años, celebre un cumpleaños especial pese al confinamiento por el coronavirus. Aunque lo intentaron no lograron que la Policía se acercara ayer a su piso en Fátima para montar una pequeña fiesta de sirenas y luces, y el pequeño se tuvo que conformar con soplar las velas de su tarta junto a su hermana de 5 años, Nilufar.

Estos niños, como todos los demás pequeños de Córdoba, llevan encerrados desde el 14 de marzo. Su padre, Daniel, recuerda con nostalgia y una extraña envidia retrospectiva la sencilla fiesta familiar que celebraron el año pasado. Al menos, «los regalos están en camino: un avión de juguete, un bebé y un tebeo, además de una donación al Banco de Alimentos en nombre de Clemente», relata este profesor de idiomas del IES El Tablero que vería «razonable» lo que algunos están planteando al Gobierno, que los niños puedan salir un rato al día para dar un paseo. «El beneficio sería para todos, creo que los padres llevamos peor que ellos el confinamiento», reconoce.

Y es que muchos se preguntan por qué es posible pasear a una mascota y no poder hacer lo mismo con la población infantil en España, uno de los países que ha adoptado medidas más severas para la infancia durante el confinamiento. Frente a este modelo está el de países como Francia o Bélgica que han permitido a las familias pasear durante unos minutos al día, guardando las distancias y solo cerca de los domicilios, nada de parques. El debate está siendo auspiciado no solo por algunos partidos, por psicólogos y pedagogos, sino hasta por familias como la de los cordobeses Esperanza Zamora y Javier Pérez, que han promovido iniciativas en internet. Todo esto ha llevado al Gobierno a encargar esta semana un informe para estudiar qué hacer con los niños si continúa el estado de alarma. En concreto, Sanidad ha pedido a la Asociación Nacional de Pediatría que estudie las condiciones de salida de los menores. En Italia, por ejemplo, han empezado a dejarlos salir y varios presidentes de comunidades autónomas españolas han pedido al Ejecutivo de Sánchez que lo permita al menos a partir del día 26 de abril, cuando podría aprobarse una nueva prórroga del estado de alarma.

Los expertos que defienden estas salidas alertan de problemas que están empezando a sufrir los niños como ansiedad, obesidad y estrés, y que podrían aliviarse en parte con estas pequeñas escapadas. Mientras que el Gobierno decide qué hacer, muchos niños como Clemente y Nilufar seguirán en sus casas, demostrando que son los grandes héroes de esta pandemia del coronavirus.