Los cordobeses tenemos una situación de partida muy prometedora. Contamos con la ubicación, el clima, el atractivo patrimonial, gastronómico y natural, características que no poseen otras ciudades y, por tanto, nos ofrecen una oportunidad para avanzar en el camino que elijamos.

Uno de los campos en los que más destaca la ciudad es la medicina. Nuestra historia nos precede, el compromiso e implicación de la sociedad con su hospital es un hecho que se puede comprobar por ejemplo en la tasa de donación, y los profesionales sanitarios que han trabajado y que actualmente desarrollan su actividad en Córdoba han logrado estar a la vanguardia y mantener la calidad por la que nos hemos caracterizado.

Además de los aspectos científicos, es importante destacar que es uno de los sectores que más empleo y riqueza aportan a nuestra provincia, en la que el Hospital Universitario Reina Sofía se sitúa como uno de los principales motores económicos.

Y quizá ésta pueda ser una de las claves sobre las que trabajar, ya que mantener este nivel de excelencia implica inversión, planificación y liderazgo.

Como objetivos concretos, Córdoba tiene por delante un futuro en el que la innovación y la investigación tienen que ser una de las grandes apuestas. Otro gran reto es seguir incorporando tecnología como el robot quirúrgico, con el que nos situamos líderes en Andalucía en cartera de servicios y mejorar las infraestructuras: la cuarta resonancia con las máximas prestaciones, el cuarto acelerador lineal gracias a la donación de la Fundación Amancio Ortega o el nuevo edificio de consultas Materno-Infantil (ya en construcción), son ejemplos de hacia donde hay que avanzar.

Seguir también la apuesta que se ha iniciado desde la Consejería de Salud y Familias por retornar el talento y continuar trabajando por la estabilidad de las plantillas, para que continuemos siendo centro referente en el abordaje de diversas patologías.

No estamos solos, contamos con grandes aliados para seguir potenciando este valor identificador de Córdoba.