Este sábado 25 de enero, se celebra el Año Nuevo chino, que coincide con el inicio del Año de la Rata, un animal que simboliza la inteligencia y la astucia para los habitantes del país asiático. Con un calendario lunisolar, que mide las fases del sol y la luna, su año empieza y acaba en fechas distintas al resto. El próximo dará comienzo el 25 de enero, coincidiendo con la primera luna nueva del primer mes lunar, y acabará el 12 de febrero del 2021. Siguiendo su calendario, este 2020 coincidirá con el año 4718 de su era.

Miles de chinos paralizan su actividad al menos una semana para regresar a casa y vivir en familia su particular Nochevieja. Se trata de la Fiesta de la Primavera, que visto con los ojos de Occidente es lo más parecido a una Nochebuena laica. En un país eminentemente budista o ateo, en el que pocos celebran la Navidad, el Año Nuevo representa el encuentro familiar por excelencia.

En Córdoba, el reducido número de habitantes de origen chino, en comparación con ciudades como Madrid, donde el despliegue festivo es muy grande, y la dispersión de las familias residentes, dedicadas principalmente al comercio y a la restauración, dará este año como resultado una celebración de baja intensidad y muy de puertas adentro. "Nos reuniremos todos en casa para cenar y ver en la televisión la gala de Año Nuevo chino desde aquí, en China todo el mundo la ve esa noche", explica un joven chino de El Corte Asia.

Imagen del anuncio de la popular gala de Año Nuevo chino.

El Aula Confucio de Córdoba es la institución que se encarga de promocionar la enseñanza del chino y dar a conocer la cultura del gigante asiático en la ciudad, con clases de chino en el IES Góngora y en los colegios Colón y Torre Malmuerta. Salud Clavero, coordinadora del aula, ha organizado junto con dos profesoras nativas la celebración de este año. "Los alumnos han participado en talleres de escritura china, ha habido juegos tradicionales chino, hemos visto juntos documentales sobre el origen del Año Nuevo y como colofón, hemos estado en un restaurante chino degustando platos típicos", explica.

En el centro, Salud Clavero, con las profesoras chinas del Aula Confucio en Córdoba.

Bian Yijuan es una de las profesoras del Aula Confucio procedente de una ciudad próxima a Shanghai que vive en Córdoba desde hace cinco años. "En China, toda la familia se reúne en Año Nuevo a comer juntos y por la noche, los padres y abuelos entregan a los niños un sobre rojo con dinero", comenta. En su región, hace mucho frío en esta época del año, así que en Nochevieja se come "una cazuela caliente con verduras y carne y otros platos tradicionales". Según Yijuan, la comida china que se come en Córdoba no sabe exactamente como en su país. "El arroz tres delicias y los tallarines fritos sí, pero muchos españoles comen pollo con almendras y en China tomamos bolas de arroz dulce, pescado, cerdo y pollo mezclado con verduras que tiene un sabor distinto", asegura. El nian gao, pastel de arroz conocido como pastel de Año Nuevo, también es típico en las mesas chinas en Nochevieja. Este sábado, para cumplir la tradición, Bian Yijuan, cuyo nombre español es Paula, se reunirá con una amiga china, lo más próximo a la familia, para cenar.

Dongxu He estudia Traducción de alemán a español y de inglés a español en la Universidad de Córdoba. Residente en la ciudad desde hace más de siete años, asegura que "antes había ochenta o cien estudiantes chinos en la UCO y teníamos una asociación, pero este año somos muy pocos, diez más o menos", así que no han organizado fiesta. "Yo viajaré a Granada donde tengo un grupo de amigos chinos para celebrar", explica.

Dongxu He, estudiante de Traducción en la Universidad de Córdoba.

Según He, la tradición de Año Nuevo en China es colgar en las puertas coplas de primavera, unos carteles rojos donde escriben deseos para el año que empieza, y cuadros de papel también rojo con la palabra felicidad al revés. Al parecer, en chino, la palabra felicidad es homófona y al ponerla del revés se lee "llegada" por lo que esos cuadros de papel representan la llegada de la primavera y de tiempos prósperos. El rojo es el color de la celebración y está muy presente estos días junto a las danzas del dragón y el león y los fuegos artificiales. "El día de Año Nuevo, mis padres solían poner un sobre rojo con dinero bajo la almohada y lo primero que hacía al despertar era cogerlo y ver qué me habían dejado". Es la versión china de los regalos de Reyes. Allí, continúa, "no se comen doce uvas esa noche, solo comemos, jugamos al mahjong (juego chino de mesa), vemos la gala de Año Nuevo y antes de la comida del primer día del año "hacemos ofrendas a los ancestros". Consciente de que la cultura china es una gran desconocida en ciudades como Córdoba, cree que en parte se debe al carácter chino, muy distinto al andaluz. "Los chinos somos más reservados y solemos juntarnos con otras personas chinas porque aquí nadie habla chino y además nos cuesta trabajo ganar confianza con personas que no conoces".