El aeropuerto no termina de despegar. Aunque en los últimos años han entrado poco a poco en servicio elementos que faltaban, siempre hay algo más que impide que sea totalmente atractivo para ofrecer vuelos regulares. El aeropuerto tiene pendientes algunas mejoras para las que no hay un horizonte certero, al menos, de forma oficial. Aún así, la sensación que tienen los interlocutores consultados es optimista por las posibilidades de futuro.

Enaire lleva trabajando desde hace tiempo en implantar la navegación por satélite en toda España. AENA solicitó en mayo del año pasado el diseño de lo que se denomina «procedimientos de vuelo por instrumentos», ya sea «convencionales» o «satelitales», o «navegación basada en prestaciones» (PBN), que permiten realizar vuelos con condiciones meteorológicas adversas. Para el aeropuerto, que se usa en condiciones «visuales», es decir, que el despegue y el aterrizaje depende de la visibilidad que tenga el piloto, el sistema sería beneficioso.

Ya entonces se avisaba de que la implantación es compleja, ya que primero Cidefo, una comisión interministerial de Fomento y Defensa, y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) deben aprobar el estudio de seguridad y Medio Ambiente, dar el visto bueno a las evaluaciones. La fecha que se barajaba era que el rediseño estaría en el primer semestre del 2019 y la implantación en el segundo del 2020. Pero, de momento, no hay fecha para ello.

PETICIÓN DEL 2018 // Fuentes de Enaire aseguran que a finales del 2018 el área de diseño de espacio aéreo inició los análisis y tareas necesarias para poner en servicio los procedimientos instrumentales en el aeropuerto y, aunque «ha hecho el máximo esfuerzo en avanzar estos trabajos», se ha encontrado con complicaciones. Por un lado, la entrada en vigor de un reglamento europeo que establece «requisitos de seguridad» y «determina que todos los proyectos cuya fecha de entrada en vigor sea posterior a enero del 2020 deben estudiarse bajo el marco» del mismo. Por otro, Enaire reconoce que «el análisis de viabilidad de las maniobras solicitadas es complejo debido principalmente a la situación geográfica del aeropuerto con respecto a la ciudad» y «a la ubicación de la zona peligrosa Led1 Cerro Muriano» (el campo de tiro).

Enaire explica que está analizando «posibles soluciones para evitar, en la medida de lo posible, el sobrevuelo de la ciudad de Córdoba y la interferencia con la mencionada Led1». En este sentido, asevera que trabaja en «acelerar lo posible el proyecto de carta de aproximación» y que en coordinación con el Estado Mayor del Aire «se están estudiando medidas para compaginar el tráfico civil y militar», ya que «la entrada por el norte, por la cabecera 21, está encajada entre la ciudad y la zona militar».

A esto se une una necesidad más, según Enaire, que señala que para «poder realizar el vuelo de validación de la maniobra es necesario disponer del mapa de obstáculos actualizado del aeropuerto», que ha solicitado a AENA para «poder realizar de forma precisa el diseño de la maniobra, así como el vuelo de validación de los procedimientos». Según indica, AENA está «acelerando al máximo los plazos para disponer de dicho mapa de los obstáculos cercanos al aeródromo».

Por todos estos condicionantes, y al no tener aún un acuerdo con el Estado Mayor del Aire ni el mapa de obstáculos, Enaire prevé «un impacto en los plazos estimados inicialmente en el proyecto que dependerá de la solución a ambos».

La carta de aproximación es una demanda que ha planteado la plataforma Aeropuerto ¡Ya!, que estima necesaria esta herramienta para ofrecer vuelos regulares, que, después, habría que mejorar con otro sistema, el ILS, y completar con más bomberos. Una compañía que en el pasado tuvo interés en el aeropuerto y que no deja de mirar su evolución es Air Nostrum que recientemente reconoció que volvería a poner la vista en él si contara con el sistema. La compañía avisaba de que el hecho de que el aeropuerto sea operable solo en vuelo visual hace inviable que pueda programar vuelos de manera regular. Este periódico intentó ayer, sin éxito, saber si su posición continúa siendo la misma.

AENA, por su parte, asegura que «no hay ninguna aerolínea que de momento haya hecho petición oficial». AENA avisa de que «las rutas no se consiguen de un día para otro» y «son necesarios muchos contactos previos». Es más, indica que «antes de que una conexión cuaje, no solo influyen las instalaciones o servicios que ofrezca el aeropuerto, sino también la demanda que sea capaz de generar su área de influencia» y «la propia estrategia de negocio de las compañías aéreas». AENA afirma que sigue trabajando en colaboración con las instituciones locales y el sector turístico a través de la mesa del aeropuerto, preparando «casos de negocio sobre conexiones que tendrían potencial en el aeropuerto», asistiendo a ferias y aplicando «tarifas aeroportuarias competitivas y bonificaciones a las compañías aéreas por la implantación de nuevas rutas».