Los cordobeses y visitantes que ayer pasearon por el entorno del Puente Romano o la Calahorra, dos monumentos situados en el centro de la zona más turística de Córdoba, se encontraron con unas enormes pintadas vandálicas en los laterales internos del puente y algunas zonas de la torre. Con pintura roja y buena letra, las pintadas son mensajes ofensivos con una extraña mezcla de antisemitismo y antisocialdemocracia.

El teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Emilio Aumente, señala que «son un atentado al patrimonio y además hacen daño a la imagen de la ciudad en un día con muchos turistas». Aunque costará bastante quitarlas «porque la piedra no se puede limpiar con cualquier cosa», el edil resalta que «el peor daño es a Córdoba porque da una imagen de ella que no es real».

Aumente subraya que «en el casco histórico siempre hay muchas pintadas pero no podemos tener un policía en cada esquina», y resalta que «vivimos en un estado democrático, no en uno policial». En este sentido, el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana hace un llamamiento al civismo de los ciudadanos y a que presenten denuncias si ven a «algún desaprensivo» dañando los bienes patrimoniales de Córdoba o quemando contenedores, otra lacra del vandalismo local.

En cuanto al contenido de los mensajes, que son muchos y repartidos por el puente y la torre, Aumente rechaza el calificativo de «antisemitas» y subraya «son muy raros, los mensajes son bastante confusos pero está claro que no son una mera gamberrada, están bien estructurados, y quizá son la consecuencia de algunos mensajes de odio que se vierten por ahí».

Fuentes del Museo Vivo de Al-Ándalus que tiene su sede en La Calahorra han mostrado su preocupación por la oscuridad en algunas zonas del entorno de la torre y han pedido al Ayuntamiento que reponga los focos averiados.