La asamblea ciudadana de Ganemos rechazó ayer la confluencia para concurrir a las elecciones municipales con IU, Podemos y Equo en los términos en los que está planteada. El resultado es que de los 63 asistentes, 43 votaron «no» a formar parte del proyecto político que se les ha propuesto, lo que les da pie a explorar otras opciones, mientras que 6 se pronunciaron a favor de participar en la iniciativa y 10 se abstuvieron. El mensaje transmitido en una nota es que se da un «no» a la «coalición de partidos», pero un «sí» a la «confluencia». Lo que allí se repitió por activa y por pasiva es que «sí, pero así no». ¿Cómo se traduce esto? Que ese «no» es abierto, que no significa que todo acabe aquí.

Las dos personas que actuaron de portavoces tras la asamblea, Olga Ramírez y Jorge Montero, lo dejaron claro. «Esparamos que esto no sea un ‘no’ último, sino un nuevo punto de partida», dijo Ramírez esperanzada en la reunión prevista para hoy con IU, Podemos y Equo para transmitir el resultado de la asamblea, que «continúa apostando por una confluencia real», por lo que «las negociaciones no han terminado y vamos con la ilusión de que se pueda reconducir el proceso». El «no» pronunciado de forma mayoritaria, aclaró, es «a la coalición de partidos», a los «términos» en los que está planteada la confluencia. Montero avisó de que «no rompemos la baraja».

Para seguir adelante, la asamblea de Ganemos considera fundamentales las primarias abiertas, ya que lo contrario es visto como «una involución»; su código ético «donde se intente limitar la profesionalización de la política» -poniendo tope al número de mandatos- y «los sueldos de sus representantes a través del salario mínimo interprofesional»; y la financiación con «caja única».

Durante el debate previo, los participantes expusieron las ventajas e inconvenientes de confluir. Entre los pros está la «unión de la izquierda» que se consigue y la posibilidad que da de lograr más votos; entre los contras, «los puntos sin atar», la «pérdida de identidad de Ganemos», marca «consolidada con el municipalismo que se puede desintegrar», e, incluso, que «la relación institucional que hay ahora con IU no es positiva» (fueron especialmente críticos con IU). Antes de esa exposición, se puso sobre la mesa la «inseguridad jurídica» y la «debilidad» que genera esa confluencia al ser una coalición de partidos -Ganemos no lo es-. En el debate se pidió que «la alcaldable sea una mujer con perfil social».

El resto de formaciones están a la espera de la reunión de hoy. La coordinadora local de IU, María José Liñán, está satisfecha de que «no sea un no rotundo, sino un no con posibilidad de explorar otras vías». El coordinador local de Podemos, Jorge Hidalgo, respeta la decisión y confía en «ser capaces de desatascar las cosas porque tenemos claro que estar juntos es el objetivo». Equo, que aún no ha dicho ni que sí ni que no y que a nivel andaluz se ha desvinculado de Adelante Andalucía, es, según su portavoz, Salustiano Luque, partidario de «seguir trabajando por la confluencia y por aportar elementos en cuanto a las formas de hacer política porque en el aspecto programático coincidimos bastante».