Los casos de enfermedad celiaca que se diagnostican en la etapa infantil en Córdoba se han multiplicado en los últimos 10 años casi por 20, ya que hace una década se registraba un afectado por cada 1.400 nacidos y la proporción actual es de entre uno por cada 70 y 1 por cada 100, señala la Asociación de Celiacos de Córdoba (Aceco). Esta patología autoinmune, de la que el sábado 27 de mayo se celebra el día nacional y que se caracteriza por la intolerancia al gluten, afecta a algo más del 1% de la población (más de 8.000 cordobeses), aunque hay muchos casos sin diagnosticar», señala Jesús JIménez, pediatra digestivo del hospital Reina Sofía.

«La detección de esta patología es más frecuente entre los uno y 3 años, que es el periodo en el que los niños comienzan a ingerir alimentos sólidos con gluten. Sin embargo, al existir una predisposición genética a padecer esta enfermedad, la misma se puede presentar a cualquier edad», indica Jiménez. La celiaquía es un trastorno de naturaleza autoinmune, más frecuente en mujeres que en hombres, debido a una intolerancia permanente a las proteínas del gluten y que cursa con una atrofia severa de la mucosa del intestino delgado. El único tratamiento contra esta intolerancia es adoptar de por vida una dieta 100% exenta de gluten.

El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, cebada, centeno y avena, pero también en otros menos conocidos como la espelta o el kamut, dos variedades de trigo. Las personas celiacas deben tener especial cuidado con la ingesta de productos de pastelería, pastas, bebidas malteadas o destiladas. También con productos manufacturados (embutidos, conservas, golosinas, sucedáneos del café y chocolate, helados, aperitivos, entre otros). «Es fundamental leer detenidamente el etiquetado y comprobar que el alimento está exento de gluten, pues hasta el jamón envasado puede llevar gluten», expone Jesús Jiménez.

En los niños los síntomas más frecuentes de presentar celiaquía son diarrea o estreñimiento, vómitos y dolor abdominal recurrente. También suelen aparecer trastornos del desarrollo y crecimiento con pérdida de peso, talla baja, irritabilidad y cambios de carácter y palidez por la anemia ferropénica. Por su parte, en los adultos, la sintomatología es muy variable, incluida la esterilidad o los abortos de repetición.

El doctor Jiménez precisa que el diagnóstico de la celiaquía ha cambiado en los últimos años, pues ya no en todos los casos se realizan tres biopsias para confirmar la existencia de esta intolerancia, junto a otro tipo de pruebas genéticas y de confirmación de la existencia de anticuerpos propios de la enfermedad. «En el caso de que el paciente tenga un número de anticuerpos elevado ya no hace falta el uso de la endoscopia». Este pediatra digestivo del Reina Sofía recalca la importante labor que se realiza también en los centros de salud, «ya que ante la sospecha de un caso de celiaquía se efectúa un estudio nutricional para ver si existen anticuerpos como la anti-transglutaminasa o la antigliadina y si se confirman se deriva al paciente al hospital».