Los expertos recomiendan seguir una serie de pautas y consejos para conseguir el objetivo de las vacaciones: disfrutar y relajarse. El primero de ellos pasa por delegar adecuadamente, pensar en alguien competente que pueda sustituirlo, alguien de confianza que pueda llamarle en caso de que ocurra algo importante o surja algún problema. Alguien responsable que resuelva los problemas que vayan surgiendo.

Por otro lado, es muy importante no dejar trabajo pendiente antes de salir de vacaciones. La preocupación aumenta de manera proporcional a la cantidad de temas pendientes que queden por cerrar antes de irse de descanso. Si no es posible, hay que dejar por lo menos terminados los asuntos más importantes, e intentar terminar ese día, el ultimo antes de sus vacaciones, lo más relajado posible.

Si es inevitable, fijar una franja horaria en la que se pueda contactar con la vida laboral también es importante. Estar todo el día pendiente del móvil, de watssap o de correos electrónicos impedirá que desconecte. Se debe establecer un momento del día, el que se prefiera, para hacer llamadas o que le llamen y mirar el correo electrónico. Y, por supuesto, trasladar a todos los compañeros o a la persona en la que ha delegado el horario que establezca a no ser que surja algo importante.

Practicar un deporte o una actividad al aire libre siempre que sea posible es otro de los consejos. Si no se tiene tiempo es un buen momento para adquirir este saludable hábito, igual que la respiración profunda. Algo tan simple como dedicar 5 minutos diarios a esta práctica puede hacer que cambie la actitud. En cuanto a las redes sociales, su uso debe limitarse a la diversión y, aunque hay que cuidar la alimentación, es bueno darse algún placer gastronómico. Esto hará que se reduzcan sus niveles de ansiedad. Por último, dormir el tiempo adecuado incide directamente en nuestro humor y en nuestra actitud. Hay que aprovechar las vacaciones para dormir al menos ocho horas diarias y, si es posible, 30 minutos de siesta también son muy recomendables.

Delgado recuerda que el estrés y la ansiedad son en la actualidad dos de los mayores problemas de salud que pueden afectar directamente a nuestra productividad, ya sea en el trabajo o en alguna otra faceta de nuestra vida. El estrés puede llegar a saturarnos y a desbordarnos. Saber manejarlo, relajarse y desconectar durante el verano es la mejor forma de afrontar con energía y buena actitud la vuelta al trabajo.