El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha inaugurado, junto a la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, y en compañía del alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, el recién restaurado Paseo de la Ribera de la capital cordobesa, al que se ha sometido a una ambiciosa urbanización con el fin de mejorar la integración del río Guadalquivir en la estructura urbana de la ciudad y generar un espacio público para el encuentro y disfrute ciudadano.

La conclusión de esta intervención en pleno corazón de Córdoba pone fin al Plan de Actuaciones en el Puente Romano y Entorno de la Puerta del Puente y de la Calahorra, desarrollado por la Junta de Andalucía con una inversión pública superior a los 33 millones de euros.

La recuperación del entorno de la Puerta del Puente a partir de la configuración de este espacio permite, según la Junta, borrar la histórica brecha que tradicionalmente ha existido entre los dos márgenes del río. Con la renovación realizada, el Guadalquivir deja de ser frontera que discurre paralela a la ciudad para integrarse en la misma y configurar una espectacular puerta de entrada a la Córdoba histórica, desde la que es posible obtener una imagen panorámica del legado histórico y cultural que atesora esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.

En concreto, el acondicionamiento llevado a cabo en el entorno de la Puerta del Puente, que ha contado con un presupuesto de casi 7,1 millones de euros, ha posibilitado actuar en un total de 340 metros del Paseo de la Ribera, además de en aproximadamente 100 metros de la calle Santa Teresa Jornet.

Con los trabajos ejecutados, este enclave histórico y patrimonial y de gran atractivo turístico ha vuelto a recuperar su alzada histórica, después de la depresión progresiva experimentada a lo largo de los años como consecuencia de las continuas elevaciones sufridas para impedir los posibles efectos de las riadas del Guadalquivir. Para lograrlo, se ha eliminado el foso, se ha modificado el pretil de piedra existente y se ha deprimido el entronque entre el Puente Romano y la Ribera en dicho espacio.

PEATONES Y CICLISTAS

La intervención realizada, además de favorecer el paso de peatones y ciclistas por esta zona de singular monumentalidad, ofrece la oportunidad de observar los restos arqueológicos encontrados, siendo los más valiosos los correspondientes a la antigua muralla romana y los datados en época visigoda y califal.

El proyecto ha incluido también la culminación de las obras de saneamiento integral de la ciudad en la margen derecha, para evitar los vertidos directos al río. Con ese objetivo se ha instalado en esta zona ribereña, en concreto en el tramo comprendido entre la calle Santa Teresa Jornet y aguas arriba delPuente Romano, un gran colector, dotado de una avanzada tecnología, de 200 metros de largo y 2,5 metros de diámetro interior.

La obra se ha completado con la apertura de una nueva vía que prolonga la plaza del Canónigo Torres Molina y conecta la calle Corregidor Luis de la Cerda y el Paseo de la Ribera, salvando el desnivel existente con una escalinata, debido a la notable diferencia de cota entre ambos puntos. En la pavimentación de toda esta zona se ha empleado mármol de Caravaca.

La apertura de la Ribera al tránsito peatonal se ha producido por tramos, a medida que se han ido culminando los trabajos de urbanización. En la Semana Santa de 2011 se abrieron a la ciudadanía las inmediaciones de la Puerta del Puente para facilitar el paso de las cofradías y en abril de 2012 se hizo lo mismo con el tramo comprendido entre la calle Caño Quebrado y la Puerta del Puente. La culminación de la última fase de las obras a finales del pasado año ha posibilitado que desde entonces fuera accesible el resto del ámbito urbanizado.

RESTAURACIÓN INTEGRAL

La Consejería de Fomento y Vivienda viene ejecutando desde 2004 el plan restaurador que enmarca la urbanización de la zona ribereña. Esta intervención global se compone de siete actuaciones centradas en tres núcleos fundamentales: la restauración integral de los tres monumentos que conforman el Eje Monumental (Puente Romano, Puerta del Puente y la Calahorra), el acondicionamiento de los entornos en ambas márgenes del río, y la construcción del Edificio de Recepción de Visitantes, un equipamiento público de carácter turístico y cultural.

Esta ambiciosa restauración integral desarrollada por la Junta ha supuesto una gran transformación del corazón histórico de la capital, convirtiéndolo en un escenario único en el que se conseguido enlazar armoniosamente el río con la urbe, la Mezquita con la Ribera, la Calahorra con la Puerta del Puente y el paseo con el Alcázar, alcanzando, no solo la integración urbanística y arquitectónica, sino también la cultural y artística.