"Atendiendo al número de lesiones" y a la exposición que hicieron los forenses, el jurado declara al procesado "culpable en concepto de autor de haber causado consciente y voluntariamente la muerte" de la víctima, "de un modo deliberadamente escogido para infligirle dolor y sufrimiento hasta su último hálito de vida". Según exponen en otro punto, le propinó "un número tan elevado de golpes por diversas partes del cuerpo, especialmente la cabeza" porque "tenía la añadida intención de aumentar inhumanamente su dolor y hacerla sufrir innecesariamente en el proceso de producción de su muerte".

En definitiva, según expuso el portavoz, sus compañeros en este tribunal popular estiman por unanimidad que "hubo una clara intención de aumentar el dolor de la víctima", a la vez que recordó que "ninguna de las heridas afectó a órganos vitales".