Precisamente ayer se conmemoraba (bastante oculto por el Día Internacional contra la Violencia de Género) el Día sin compras, una iniciativa de ONG y ecologistas que invita a reflexionar sobre el despilfarro y la sobreexplotación de los recursos naturales. La locura de las fiestas navideñas era y es todavía un claro exponente de ese consumo irresponsable, pero si se va conteniendo no es, desde luego, por la concienciación de la sociedad, sino por la falta de dinero.