Izquierda Unida ha pedido hoy que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, deje de visitar los colegios públicos de la provincia para cumplir así con la Constitución y la legalidad, según ha asegurado hoy el responsable de Política Institucional de IULV-CA Córdoba, Manuel López.

En rueda de prensa, López ha pedido que las visitas que el prelado realiza por diferentes centros educativos de la provincia no se hagan en horario escolar para evitar que los niños que no cursan Religión Católica tengan que verlo, como según él, ha ocurrido en algunos colegios, aunque no ha querido detallar los nombres al no tener el consentimiento de los padres que se han quejado.

López ha asegurado también que algunos padres han decidido no llevar a sus hijos al colegio el día en que estaba previsto que Fernández visitase el centro, una situación que el responsable de Política Institucional de IULV-CA Córdoba ha lamentado.

Por ello, la coalición ha presentado una pregunta en el Parlamento que va dirigida a la Consejería de Educación para que aclare si tiene conocimiento de algún tipo de encuentro entre la Delegación de Educación en Córdoba y el Obispado o qué clase de acuerdos se mantienen entre ambas partes.

Por su parte, para el parlamentario andaluz de IULV-CA por Córdoba, José Manuel Mariscal, las visitas del obispo cordobés a colegios suponen "algo escandaloso" que retrotrae a "deleznables épocas pretéritas".

Mariscal ha planteado que estas visitas se cambien por otras "ideas alternativas" como la visita a los centros de representantes de fuerzas políticas para que expliquen qué es la democracia y cómo funciona el parlamentarismo.

"Eso sí, pero no fomentar que visiten los centros educativos representantes de una entidad religiosa cuyos valores distan mucho de los valores democráticos instaurados", ha señalado.

Por su parte, desde la Delegación de Educación en Córdoba han remitido a la carta que enviaron a los centros públicos de infantil y primaria en la que se pide que la actividad que se realice respete la opción religiosa o no manifestada por las familias.

En ese escrito, también se demanda que dicha visita deberá enmarcarse en la programación de la materia de Religión Católica por lo que "afectará exclusivamente al alumnado que curse esta enseñanza" mientras que el escolar no participante "deberá recibir la debida atención educativa" respetando "el funcionamiento ordinario del centro".