Hermandades, vecinos y turistas mostraron ayer su satisfacción al saber que la plaza de Capuchinos y la Cuesta del Bailío lucirán una mejor imagen gracias a las labores de resanado y blanqueo que han iniciado esta semana el Obispado y la empresa municipal Vimcorsa. El Obispado se encarga de la fachada de la Fundación Hospital de San Jacinto --que carece de recursos para hacer frente a esta tarea--, que se comprometió a adecentar el año pasado pero no pudo. Vimcorsa se centra en el Bailío, donde ya actuó en el 2010 casi al mismo tiempo que lo hizo Cultura en las paredes del convento del Santo Angel, que son las únicas que no se tocarán en esta ocasión. El padre superior del convento, Juan Jesús Linares, asegura que "ahora mismo no se va a hacer nada" en la fachada, que considera que "no está tan mal". Respecto al resto de las actuaciones, le parece "estupendo todo lo que se haga en favor de Córdoba".

Los hermanos mayores de las tres cofradías de la zona mostraron también su satisfacción. El de Los Dolores, Juan José Jurado, piensa que esta actuación está "bien", pero introduce algunos matices, ya que esta zona tiene dos hándicap, los excrementos de palomas y la falta de seguridad. Respecto al primer obstáculo, Jurado denuncia que hay personas mayores que se han caído por ese motivo y que las paredes se estropean por su excesiva acidez, por lo que "es pan para hoy y hambre para mañana". Una de las zonas más proclives a este problema es precisamente la fachada de Los Dolores que se está pintando, por lo que teme que "dentro de tres meses esté igual". Por ello, exige la intervención del Ayuntamiento. Otra de sus quejas es la inseguridad que se vive, ya que "se han producido hurtos" e, incluso, algún tirón. Jurado hace también un llamamiento al civismo, ya que considera que depende de todos "la preservación de la plaza", cuyas paredes se estropean cuando los visitantes apoyan sus pies en ellas. La hermandad tiene intención de pintar el solar que ocupa, del que es titular superficiario el Obispado. El muro que peor aspecto presenta es el que está a espaldas del Cristo de los Faroles, que sigue enmarcado en innumerables antenas, "con las que se pierde su estética".

El hermano mayor de La Paz, Manuel Quirós, considera que Capuchinos y el Bailío "deberían estar siempre adecentadas y no solo para Semana Santa". "La belleza de esos rincones es la cal y con los grafitis se nos remueve el alma", añade. Quirós, que asegura que también pintarán su parte como es habitual, denuncia el "tremendo" problema de las palomas. Por su parte, el hermano mayor de La Sangre, Carlos Rubio, ve "estupendo que por fin presenten el aspecto que deben tener".

María Teresa Ureña, que vive en la plaza de las Doblas, ve imprescindible la actuación teniendo en cuenta la cantidad de personas que visitan estos rincones, por lo que confiesa que le da "vergüenza que estén fatal con lo importantes que son". "Una de esas visitantes es Dolores Martínez, que reside en Torremolinos pero está ahora de paso por la ciudad y no ha querido perderse estas estampas. Piensa que "es bonito que las limpien", más o menos como María Antonia López y Carmen Pérez, aunque consideran que "deberían estar siempre en buenas condiciones, no solo para una fecha concreta". Por último, Felisa Delgado lamenta "el daño que están haciendo las palomas".

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SANCHEZ MORENO