Trece euritos cuesta la entrada al Guggenheim de Bilbao, y los turistas, con más o menos queja, pasan por caja y ya está. Doce cuesta visitar la Alhambra, y 8 la Mezquita de Córdoba, aunque los cordobeses nos beneficiamos de la gratuidad. Ver la Pedrera, con todo mi respeto y admiración hacia Gaudí, cuesta 10 eurazos, y los Jameos del Agua en Lanzarote, que se ven en un par de minutos, requieren el abono de ocho o nueve euros.

¿Quiere decir esto que la visita nocturna guiada a la Mezquita y Catedral es barata? Pues 18 euros es dinero, y más si se multiplica por un grupo familiar en el que no haya chiquillos ni jóvenes y mayores con carnet. Es dinero, pero una vez que has disfrutado el recorrido se justifica.