Ramón Estruch INVESTIGADOR: "La mujer es más sensible que el hombre al efecto nocivo del alcohol"

EDAD 52 AÑOS.

CARGO ES CONSULTOR SENIOR EN EL HOSPITAL CLINICO DE BARCELONA Y PROFESOR DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA.

--¿Cómo actúa la cerveza o el vino en la mejora de la salud?

--Es una evidencia que muchas enfermedades degenerativas tienen detrás un problema inflamatorio, como sucede con la arteriosclerosis. Las bebidas fermentadas, como sucede con el vino o la cerveza, y la dieta mediterránea ayudan a reducir esta enfermedad. Los estudios que hemos hecho han analizado los aspectos antiinflamatarios del consumo moderado del vino y la cerveza. Estos dos tipos de bebida tienen un efecto antiinflamatario superior al alcohol, pues llevan alcohol y polifenoles, que presentan un mayor efecto protector sobre el sistema cardiovascular. Dentro de los alimentos que tienen estos efectos favorables, hay otros que también lo llevan, como sucede con el aceite de oliva. En otro estudio hemos visto que la dieta mediterránea tiene mayores efectos sobre los marcadores de inflamación en la sangre frente a los que siguen una dieta baja en grasa. Es decir, la dieta mediterránea tiene un efecto protector contra los infartos de miocardio o los accidentes vasculares cerebrales.

--¿Qué se compara, el aceite y los frutos secos?

--Comparamos una dieta mediterránea con aceite de oliva y otra con frutos secos frente a una dieta baja en todo tipo de grasas. Diseñamos un estudio en el que demostrar que la dieta mediterránea es mejor en la prevención de enfermedades vasculares frente a una dieta baja en grasa. En la comparativa entre aceite y frutos secos salen, prácticamente, similares resultados. No se puede decir que el aceite de oliva o los frutos secos dominen sobre el otro producto. El aceite de oliva virgen ha demostrado muchos efectos en la prevención de la diabetes y de las alteraciones de la glucosa, y los frutos secos mejoran otros aspectos.

--¿Está llegando a la cultura anglosajona la dieta mediterránea?

--A ellos les cuesta, porque no siguen este patrón de alimentación. Sin embargo, cada vez hay más estudios que defienden la dieta mediterránea y se lo acaban creyendo. También han hecho estudios en lo bueno que podría ser una dieta baja en todo tipo de grasas y han visto que no lo es tanto. Está cambiando la tendencia de los años sesenta, cuando se defendían grasas de semillas frente al aceite de oliva.

--¿Qué se entiende por un consumo moderado de vino y cerveza?

--Siempre propugnamos tomar estas bebidas fermentadas dentro de la comida y en la dieta mediterránea. La dosis máxima sería dos copas de vino o dos cervezas al día, y para la mujer, una al día. La mujer metaboliza el alcohol de una manera diferente al hombre. Una enzima que tiene el hombre hace que una parte del alcohol se degrade en el estómago, mientras que en la mujer pasa más directamente a la sangre. Por esto, son más sensibles a los efectos tóxicos del alcohol. En el caso de la cerveza sin alcohol, tiene algunos efectos beneficiosos, pero no en la misma magnitud que el producto original.