El presidente de la Audiencia, Eduardo Baena, convocó ayer el plenillo de magistrados para demandar que se asuma el manifiesto elaborado en la reunión anual de presidentes de audiencias de rechazo a las declaraciones de dirigentes políticos, "que exceden de lo que es una crítica razonable, anticipando responsabilidades profesionales que corresponde decidir de forma exclusiva al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), enturbiando las reglas democráticas y la correcta separación entre los distintos poderes del Estado".

Confían en que el CGPJ tome sus decisiones de forma libre e independiente "para que el régimen disciplinario no sea cauce de simple escarmiento ni de instrumento demagógico". Los magistrados recuerdan los fallos y carencias del sistema judicial español, especialmente la sobrecarga de trabajo, la falta de modernización y "la defectuosa gestión pública, por lo que los jueces, víctimas también del sistema, no pueden ser utilizados para encubrir las deficiencias de una organización con dificultades para ofrecer una tutela judicial efectiva".