El Campus de Rabanales recibió ayer a un miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cuyo nombre e imagen no se pueden difundir. Sin identificar, pero a cara descubierta, el funcionario comentó en su conferencia impartida en la Universidad de Verano Corduba 2006 que el trabajo de las personas que se dedican a los servicios de inteligencia es muy diferente al que aparece en las novelas y en las películas.

El ´espía´, como era conocido entre los asistentes al curso sobre las claves del mundo actual, aseguró que es igual de peligroso traficar con información que hacerlo con armas y explosivos. Por eso, quiso dejar claro que va en contra de la eficiencia de los servicios de inteligencia hacer públicos los métodos de trabajo. Sin embargo, comentó que desde hace dos años el CNI, "sin pasar las línea roja" y sin generar riesgos que afectan a la seguridad, da a conocer sus objetivos.

Al mismo tiempo, aseguró que el Gobierno, consciente de la importancia de los servicios de inteligencia, ha incrementado un 17% los presupuestos en los dos últimos años, situándose actualmente en los 220 millones de euros. Por su parte, los gastos reservados han permanecido en los 11,25 millones de euros. También destacó el aumento de un 10% de la plantilla, formada en la actualidad por 2.500 personas, las cuales tienen un perfil muy variado, de tipo analista, operativo, administrativo o de seguridad, entre otros.

Respecto a la amenaza terrorista islámica, el funcionario reconoció que se ha aumentado la capacidad de análisis y de formación del personal, creando unidades específicas. Además, señaló que han adquirido más importancia los traductores de la cultura árabe, y para enfrentarse a esta amenaza se está dando "una mayor cooperación internacional en el ámbito de la UE y con países alejados de nuestra cultura". Respecto a los supuestos errores de la inteligencia, como en el caso de las armas de destrucción masiva en Irak, indicó que "la toma de decisión de los gobiernos no se basa únicamente en la información" de los servicios secretos. Aclaró que el CNI no tiene carácter policial, por lo que "no se dedica a perseguir delincuentes", sino que es un organismo público que debe facilitar información y estudios para evitar cualquier peligro contra la integridad de España.