El Consejo Social de Córdoba (CSC) entregó ayer al gobierno local su dictamen sobre el presupuesto del Ayuntamiento para el ejercicio de 2006, en el que este órgano consultivo da un toque de atención a los regidores municipales por el destino del dinero, ya que se detecta un incremento de los gastos corrientes y de la deuda al tiempo que baja la inversión. El informe señala que el aumento de la carga fiscal por habitante no se traduce en objetivos de inversión ni de saneamiento, y pone el acento en el retraso en la ejecución de inversiones del año pasado y en el hecho de que en las cuentas de 2006 vuelvan a reflejarse proyectos que ya estaban en el año 2005, lo que "podría sugerir cierta ineficacia".

El dictamen se aprobó por unanimidad en la sesión plenaria del CSC. El presidente de este organismo, Antonio de la Cruz, explicó ayer que el consejo ha decidido encargar un estudio "que detecte los problemas estructurales de los presupuestos municipales" para poder ofrecer "soluciones" al Ayuntamiento. De la Cruz respondió a una pregunta de prensa indicando que él concede el aprobado al presupuesto, aunque podría llegar al notable.

El consejo resalta además su preocupación por las llamadas "competencias impropias", es decir, lo que gasta el Ayuntamiento en atender necesidades ciudadanas que deberían resolver otras administraciones. Esto se lleva entre el 25 y el 27% de los gastos de algunas capitales. Por este motivo el dictamen recomienda solicitar, a través de la FEMP, a las administraciones supramunicipales las transferencias económicas que restablezcan "el necesario equilibrio" entre esos gastos y los ingresos.